Este chico es una Mina
El Valencia CF suma y sigue de la mano de su joven delantero Santi Mina que fue el artífice de una trabajada victoria ante la Real Sociedad en Mestalla. El gallego marcó el primero de la tarde al filo de la media hora de juego y volvió a repetir en la segunda mitad cuando la Real Sociedad, por medio de Oyarzábal, había empatado el encuentro. Al final, el electrónico reflejó un tranquilizador 2-1 que permite a los de Marcelino lograr su tercera victoria consecutiva en Liga y seguir firmes en su búsqueda de una plaza de Champions League para la temporada que viene.
Marcelino salió con todo. Neto; Montoya, Paulista, Murillo, Gayà; Carlos Soler, Coquelin, Parejo, Guedes; Rodrigo y Mina. Su once de gala para resolver por la vía rápida. La presencia del gallego arriba empieza a ser la tónica habitual.
Parejo, que cumplía 200 partidos en Liga con el Valencia, de cabeza -no es uno de sus fuertes- tenía la primera gran ocasión en el minuto 10. El Valencia dominaba pero con la pausa de saberse superior. Esperaba paciente al fallo de su víctima para asestarle el primer zarpazo de la tarde.
Se masca el gol
Carlos Soler, tras un robo inteligente, puso un buen centro para Mina que este cedió atrás sin encontrar rematador. Se preparaba el gol.
Antes, en el 17 fue Coquelin desde fuera del área el que probó los reflejos de Toño Ramírez, sustituto del lesionado Rulli. El galo se sacó un derechazo pegado a la base del palo que puso en aprietos al meta txuri-urdin. Tanto es así que dejó el balón suelto y Rodrigo, el más listo de la clase, remató, pero casi sin ángulo y su tiro se fue alto.
Mina abre la lata
A balón parado se doctoraría Toño Ramírez minutos después. Dani Parejo aprovechó la falta cometida por Juanmi sobre Carlos Soler cuando este iba lanzado hacia el área vasca para ir afinando el tiro en su partido 200.
Pero claro, el meta no podía pararlo todo y en el 33 llegó el primero. De nuevo un centro medido desde la derecha, aunque esta vez salió de las botas de Montoya, le permitió a Mina con un testarazo impecable establecer el merecidísimo 1-0. El gallego, fijo en el once en 2018, no perdonó a la segunda que tuvo. La Real quiso estirarse en busca del empate, pero el Valencia se había propuesto mantener el cero en su portería como fuera.
El deseo de no encajar duró poco. De nuevo una mala entrega de los centrales, en este caso obra de Murillo, permitió a la Real robar cerca del área. Illarra cedía a Oyarzábal y el joven atacante no perdonaba a Neto. 1-1 y vuelta a empezar.
Tres puntas al campo
El Valencia lo intentó con más fe que acierto. Guedes malograba una buena contra cediéndole el balón mal a Rodrigo tras un posible penalti sobre Oyarzábal en el área propia y Marcelino, cansado de la falta de pegada, echó mano de Zaza. Sentó a Carlos Soler y desplazó a Rodrigo a la izquierda. La jugada le salió redonda. A la primera que centró Rodrigo desde la izquierda, el meta Toño Ramírez cantó, se le escapó el balón y Mina, con la caña preparada, logró el 2-1. Mestalla volvía a sonreír.
Guedes, más gris que otros días, dejaría su puesto a Ferran Torres en el minuto 72. Rodrigo se marchó en el 80 dejando su puesto a Maksimovic tras cometer una falta lateral que Illarra casi convierte en el 2-2.Neto, sin embargo, hizo un paradón cuando el balón entraba y, por si fuera poco, aún sacó el rebote a bocajarro de un atacante de la Real. El meta había salvado al Valencia otra vez.
Paulista, que salió en camilla para volver poco después, protagonizó el último susto que la afición vivió ayer en Mestalla. El público se ha acostumbrado a ganar, aunque el equipo siga sin terminar de avasallar como hacía en la primera parte de la temporada.
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