Cancelo, destellos a cuentagotas y 25 millones de plusvalía
Joao Cancelo ya es jugador de la Juventus de Turín a todos los efectos. El futbolista se encuentra en estos momentos pasando la revisión médica y, por tanto, sólo queda el anuncio a bombo y platillo.
Tutto pronto per le visite mediche di João Cancelo! ?
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— JuventusFC (@juventusfc) 27 de junio de 2018
Finalmente, el Valencia CF ha traspasado al futbolista por una cantidad cercana a los 40 millones de euros que serán abonados en tres plazos por parte del club italiano. En este sentido, el club de Mestalla ha sabido jugar muy bien sus bazas para conseguir su objetivo de mercado que no era otro que el ingreso de una importante cantidad de dinero por el jugador portugués para cuadrar sus cuentas. El Valencia CF en tres temporadas ha conseguido aumentar en 25 millones el precio que pagó por Cancelo. Los de Mestalla abonaron 15 millones de euros en junio de 2015 y apenas tres años después han confirmado su venta por 40 millones.
El rendimiento económico que ha obtenido el Valencia CF por Joao Cancelo es todo un hito ya que el futbolista ha demostrado su potencial y gran calidad técnica pero lo ha hecho en muy contadas ocasiones. Además, en su posición de lateral, ha evidenciado unas importantes carencias defensivas que le han restado opciones de ser un jugador importante en el Valencia CF. De hecho, con Marcelino, laterales como Nacho Vidal o Martín Montoya, los cuales destacaban más por su proyección ofensiva que defensiva, han contado con pocos minutos en el caso del canterano o su participación se ha limitado a los partidos en Mestalla, en el caso del lateral catalán.
Las tres temporadas de Cancelo en Mestalla, repletas de luces y sombras
Cancelo llegó en la temporada 14/15 cedido procedente del Benfica y desempeño un papel secundario en su primera campaña como jugador valencianista.
En las dos sucesivas campañas, la 15/16 y la 17/18, el portugués fue titular bajo las órdenes de la gran cantidad de inquilinos que tuvo el banquillo valencianista. Disputó 28 y 35 partidos respectivamente y muchos de ellos lo hizo como extremo para aprovechar su rapidez y desborde. Incluso tuvo sus más y sus menos con la grada de Mestalla a la que mandó callar en un partido en el que marcó gol ante el Deportivo de la Coruña. Poco después no tuvo más remedio que pedir disculpas a la hinchada valencianista.
