El Valencia CF no empezó con buen pie en su regreso a Liga de Campeones. El conjunto de Mestalla, que jugó durante una hora con un futbolista más por la expulsión de Cristiano Ronaldo, perdió por 0-2 gracias los goles de penalti de Pjanic. A pesar de que el colegiado alemán Brych se cobró la expulsión de la estrella portuguesa de la Juve, con dos penaltis rigurosos, el Valencia en ningún caso demostró que jugaba con uno más y que podía darle la vuelta al marcador. Baño de realidad y toca centrarse en la Liga donde una victoria se antoja aún más urgente que en la Champions.
De inicio Marcelino reordenó su defensa, quien sabe si para dar descanso a sus titulares o para reajustar una línea que está dándole problemas como es la zaga. De inicio formó con las novedades de Vezo en el lateral derecho, Murillo en el centro de la zaga. Arriba debutaban Guedes y Batshuayi como titulares. En el medio Wass haría de Kondogbia y Soler, descansado, volvía al once.
Mestalla retumbaba con la música de la Champions y el Valencia salió en tromba. El 1-4-3-3 de la Juve y los aullidos desgarradores de la grada favorecían que los pupilos de Marcelino se sintieran amos y señores del balón. Fue el empujón inicial, un espejismo, porque en el 10 la Juve gozó ya de su primera ocasión. Centro desde la izquierda de Bernardeschi, Cristiano Ronaldo la bajaba Mandzukic remataba alto por poco.
La presión italiana en la medular era asfixiante y así llegó la segunda clara ocasión para los visitantes. Cristiano centraba desde la izquierda, Bernardeschi la dejaba franca atrás y Khedira, libre de marca, remataba incomprensiblemente fuera.
A la jugada siguiente era Neto al que se le escapaba incomprensiblemente el balón. Por fortuna reaccionó, primero él, y después Murillo para sacarla en la línea. Sufría el Valencia. El colombiano, el recurso de Marcelino para sentar a Diakhaby, expulsó a Cristiano Ronaldo antes de la media hora. El portugués empujó al central del Valencia, le dio un toque en la cabeza, Jeison se rebotó, el árbitro había visto el gesto del portugués y dejó a la Juve con 10 en el minuto 30. Mestalla se reía, bramaba y el partido parecía que iba a entrar en una dinámica distinta.
De hecho, el Valencia recuperó la posesión perdida y gozó antes del descanso de un par de ocasiones, una especialmente buena de Batshuayi que Szczesny, bien colocado, atajó para evitar el 1-0. A la siguiente jugada llegaría el 0-1. Pero nadie podía dar por muerto a una Juve que, a la contra, generó una gran ocasión que Cancelo estrelló en el larguero. El rebote le cayó al exvalencianista y Parejo le estampó la bota en la cara. Brych, que no vio falta previa del italiano sobre Murillo -lo arrolló- no dudó en pitar penalti. Estaba caliente tras expulsar a Ronaldo y no dudó. Pjanic desde los once metros no perdonó.
El gol y el descanso apaciguó los ánimos de los 46.000 espectadores presentes que, a modo de penalti, recibieron un segundo jarro de agua fría. A la salida de un córner, Murillo cogía levemente del hombro a Bonucci, el alemán, no dudó y señaló penalti. De nuevo Pjanic marcaba desde los once metros ante la estirada de Neto. 0-2 y Mestalla enmudecía. La expulsión de Cristiano Ronaldo le había costado carísima a un Valencia al que el trencilla germano.
Marcelino se la jugó el todo por el todo, sentó a Vezo, puso a Wass de lateral derecho y sacó a Cheryshev porque en ningún caso parecía que el Valencia jugaba con uno más. De hecho, no sería hasta el minuto 64 cuando el Valencia inquietó al meta polaco de la Juve gracias a un tiro lejano de Carlos Soler.
Poco después pondría en liza dos delanteros: Gameiro y Mina por Batshuayi y Guedes, con lo que Rodrigo acabó por el costado derecho. El Valencia tocaba, tocaba, encerraba a la Juve pero peligro real no creaba. Apenas un tiro lejao de Soler y siempre con la amenaza de una contra de la Juve que, lógciamente, se fue apagando con el paso de los minutos, pero sin perderle la cara al partido.
El mayor oficio de la Juve hizo el resto. Doblegar a la Vecchia Signora es tarea siempre complicada y, cuando se encierra, se antoja casi imposible. De hecho, por mucho que quiso, el Valencia CF de Marcelino no conseguiría ni tan siquiera un gol que le metiera en el partido. Es más, a la contra, Douglas Costa casi hace el 0-3.
Con el tiempo cumplido, Brych -el árbitro con más penaltis en la historia de la Champions- señaló una pena máxima de Rugani que Szczesny le detuvo a Parejo con un paradón. Triste desenlace para un regreso tan esperado.
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