Un Valencia-Barça apasionado y reivindicativo
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En el Valencia-Barça correspondiente a la Jornada 8 de LaLiga Santander no faltó ni nada, ni nadie. Antes del comienzo los miles de aficionados congregados en la Avenida de Suecia se encargaron de demostrar que no iba a ser un encuentro más. Bengalas, pancartas contra catalanistas, y la calle cortada por miles de aficionados que quisieron llevar en volandas a su equipo antes, durante y después del encuentro.
El auge del independentismo provocó también la aparición de una gran pancarta reivindicativa, haciendo hincapié en las diferencias entre ambas comunidades antes del comienzo del choque.
En los aledaños de Mestalla la pasión y la deportividad fueron las notas predominantes. Dos grandes equipos se enfrentaban y la afición del Valencia, citada por la Curva Nord, esperaba desde dos horas antes del comienzo para llevar en volandas a los suyos. Así, la Avenida de Suecia estalló con un griterío ensordecedor cuando el autobús apareció por la esquina.
Así vivió la afición el partido
Durante los noventa minutos, al margen de los cánticos en contra de Javier Tebas, se pudo ver a una afición comprometida con los hombres de Marcelino Garcia Toral. Además de al máximo responsable de LaLiga Santander la afición de dedicó cánticos a Piqué y a Jordi Alba, este último jugó en el club de la ciudad del Turia durante tres años.
El Valencia CF salió al grito de "Valencia, Valencia" por un Mestalla lleno hasta la bandera. Se había cumplido el primer minuto de partido cuando miles de personas unidas por el sentimiento valencianista festejaban el gol de Garay.
Apenas 10 minutos después el estadio volvía a vibrar para despedir del terreno de juego a Guedes que se marchaba lesionado. Los aplaudidores del nuevo sponsor del club contribuyeron por momentos a crear un ambiente de gala, de los de las grandes noches.
Cada protesta de los catalanes era motivo de silbidos en la grada, la cual no paró de celebrar casa ocasión que fallaban los catalanes hasta el gol del Messi. Con el empate, el feudo valencianista no dejó de animar a los suyos. La primera parte acababa con González González siendo muy cuestionado por sus decisiones por parte de la afición.
Equipo y afición iban de la mano, ambos presionaban al Barça desde el saque de puerta al comienzo de la segunda mitad. Cuanto más apretaba el conjunto blaugrana más gritaban los seguidores valencianistas, haciendo que el equipo sacara fuerzas de flaqueza.
Mestalla estaba entregado al equipo, que al grito de "a por ellos" animaba a su equipo a ir a meter el segundo gol de la noche. Pero a pesar del gran apoyo recibido el Valencia no pudo pasar del empate establecido en el segundo tiempo. A pesar de no poder romper la maldición doble, equipo y afición demostraron que son una vez más uno solo.