Marcelino, cada partido cuenta

Nadie en el Valencia CF lo cuestiona oficialmente, pero el apoyo inequívoco que tenía hace semanas parece resquebrajarse y eso, en un club donde las decisiones de gran calado se toman en Singapur, es un riesgo. Marcelino está cuestionado, interna y externamente por los resultados y cada partido cuenta. El técnico mantiene, eso sí, el apoyo inequívoco de su plantilla y de Mateo Alemany, que siempre lo ha reforzado pública y privadamente, y que este jueves volverá a hacerlo.

Sin embargo, es una obviedad, que los resultados hacen que cada minuto a partir de ahora cuente. Marcelino se la juega esta semana ante el Sporting en la ida de la Copa del Rey y, sobre todo, contra el Valladolid en Mestalla el sábado. Otro revés deportivo haría insostenible su continuidad. Explicar a Peter Lim que las cosas no funcionan y que el equipo, diseñado para estar en Champions, sólo ha ganado cuatro partidos es harto complicado.

Otro entrenador, históricamente así ha sucedido, no habría aguantado ya con los guarismos de Marcelino en el Valencia, pero su temporada pasada calificada como "el año del milagro" por el presidente Anil Murthy en ElDesmarque Valencia, le dio margen. "No es un tema de crédito, es un tema de confianza", explicó en su entrevista del pasado 5 de diciembre. Ahora, un mes después, las cosas han cambiado. El equipo venció al Manchester y las cosas se dulcificaron también con Singapur, pero después, un empate en Éibar, una victoria contra el colista in extremis y una derrota con una mala segunda mitad en Vitoria -con bajas- siguen erosionando la confianza que existe en él y en su trabajo.

Los resultados mandan

Confianza versus resultado es el dilema que atraviesa el Valencia CF que, en la figura de su director general, escenificó el pasado 17 de diciembre su apoyo en el técnico. "Pase lo que pase el domingo Marcelino va a seguir", explicó Mateo Alemany respecto al partido del Huesca y garantizó que el técnico asturiano va "a seguir y a seguir". Ante el colista victoria in extremis, que se esperaba que fuera un punto de inflexión que el equipo no supo mantener ante el Alavés, partido en el que las bajas propiciaron el primer cambio de dibujo táctico de Marcelino desde que está en el banquillo valencianista.

Este jueves Mateo Alemany volverá a dar la cara por él. Reforzará al técnico y a su proyecto, pero pocas balas le quedan al director general para defender al hombre elegido para reflotar la nave valencianista y que el club renovó, casi por aclamación popular, el verano pasado. Ahora, aunque en el fondo es como casi siempre, cada partido cuenta y, o la racha cambia, o el Valencia se verá obligado a tomar una decisión drástica respecto a su futuro.