Waldo ya golea desde el cielo
Waldo Machado, leyenda del Valencia CF que falleció este lunes a los 84 años de edad, fue despedido en Valencia este miércoles en el tanatorio municipal de Valencia.
Un centenar de familiares, excompañeros de su época como futbolistas e ilustres del valencianismo no quisieron perderse la misa funeral en la que se le daba el último adiós al que fuera delantero del conjunto de Mestalla en la década de los 60. Su féretro, incinerado poco después en una ceremonia íntima a la que sólo acudió su familia, presidió la celebración con dos camisetas de los clubs de su vida: la del Fluminense y la del Valencia CF del Centenario, ambas con el 9 y su nombre a la espalda.
Además, dos retratos del jugador con diversos trofeos y numerosas flores adornaban la última morada de un futbolista que se marchó entre lágrimas de los presentes ya convertido como Leyenda.
Giner arranca el aplauso de los presentes
La Asociación de Futbolistas del Valencia CF, con su presidente Fernando Giner a la cabeza, que tuteló a Waldo y costeó la residencia en la que pasó sus últimos días, puso una camiseta con el nombre de Waldo y su número, el 9, sobre el ataud del delantero brasileño. Además, una gran foto del propio Waldo presidía el altar.
Ellos, los veteranos, llenaron los primeros bancos de la capilla flanqueando a la familia. Desde el día anterior sus compañeros de armas se habían acercado poco a poco a despedir del entrañable Waldo. Todo el mundo le quería. Sus palabras, leídas desde el altar, emocionaron a los presentes y arrancaron una cerrada ovación. "No voy a descubrir yo ahora a Waldo como futbolista. Fue uno de los grandes, una leyenda, un mito, un goleador como ha habido pocos en la historia de nuestro club. Pero sí que puedo desvelar que todo lo que tuvo de enorme como futbolista se quedaba pequeño en comparación con su persona", dijo Giner, que acabó emocionado diciendo: "Allá dónde estés amigo, un abrazo grande. Te echaremos de menos. Nos dejó el amigo, el compañero, pero nace la Leyenda. Nunca te olvidaremos Waldo".
Los cuatro hijos del goleador: Walmar, Carlos, Amparo y Virginia estaban agradecidos al esfuerzo que se ha hecho por su padre. El convenio que el club tiene con la Asociación sirvió, entre otras cosas, para costear tres años la residencia donde el delantero falleció.
En representación del club acudió Ricardo Arias y, por la mañana, había estado Juan Cruz Sol en el tanatorio. No fue Anil Murthy por un pequeño problema de salud que le ha impedido salir de casa hoy.
Obviamente no faltó el inseparable compañero de Waldo Vicente Guillot, ni su capitán Roberto Gil, ni Antón, ni Salva Revert, ni Adorno Por allí estuvieron el expresidente Amadeo Salvo y el exconsejero Manuel Peris, así como el presidente de la Federación Valenciana Salva Gomar.
Tampoco se perdieron el último adiós a Waldo miembros destacados de la Asociación de Veteranos como Arturo Boix, Titín Santafé, Vicente Balazá y su fundador, el abogado Pepe Rico.
Tres días de luto en Brasil y brazaletes negros en Valencia
Al margen del último adiós que ha recibido Waldo este miércoles en Valencia, los homenajes al que fuera uno de los grandes de la historia del Valencia CF y del Fluminense continúan. Su equipo de Brasil ha declarado tres días de luto en su nombre y el conjunto de Mestalla lucirá este jueves brazaletes negros por él. Además, como no podía ser de otra forma, se guardará un respetuoso minuto de silencio antes del comienzo del trascendental choque de este jueves ante el Betis. No tiene solución ya pero Waldo se marcha sin el merecido homenaje en vida que nunca tuvo del club de sus amores.