Sangre, sudor y Guedes. Esa es la receta a la que recurrió el Valencia CF para sumar tres puntos clave (1-2) en su carrera por los puestos de Champions League. Los de Mestalla sufrieron mucho para ganar en el Villamarín, sobre todo en los minutos finales, pero dos golazos de Gonçalo Guedes desequilibraron este Betis-Valencia.
El Valencia CF saltó al césped del Villamarín con el plan de partido muy claro. Ya lo había avisado Marcelino García Toral en rueda de prensa. La posesión sería del Betis, mientras que los de Mestalla debían evitar que el balón llegara a los jugadores clave verdiblancos y salir a la contra con peligro. La primera consigna su cumplió, la segunda no tanto.
El Betis monopolizó el esférico. Llegó a amasar más de 70% la posesión durante la primera parte, pero sin llegar a inquietar la portería de Neto más que con un disparo furtivo de Tello. Esa parte del plan salió perfecta. Lo que no funcionaban eran los contragolpes. La buena presión verdiblanca impedía que el Valencia CF pudiera iniciar las jugadas con claridad.
Una claridad que comenzó a aparecer cuando Rodrigo Moreno saltó al terreno de juego. El hispano-brasileño entró en lugar del lesionado Cheryshev y se filtró entre líneas. Con Rodrigo arriba y Guedes en la banda, el Valencia CF comenzó a crecer. Primero se avisó con un remate de Santi Mina tras centro de Soler a los 41 minutos y, al filo del descanso, llegó el gol.
Con espacio para conducir, Guedes se inventó la jugada con la que los de Mestalla se adelantaron en el marcador. El luso tiró una diagonal de fuera a dentro para lanzar un cañonazo desde la media luna que se convirtió en el 0-1. Un gol que culminaba el ejercicio de paciencia que habían protagonizado los de Marcelino durante el primer tiempo.
La segunda parte comenzó como había terminado la primera. Con Guedes batiendo a Pau López. A los 48 minutos, el portugués recibió el balón en la frontal tras un saque de esquina y soltó otro latigazo para fusilar la portería verdiblanco, subiendo el 0-2 al marcador.
El segundo gol de Guedes provocó un cortocircuito el Betis. Perdió el orden, el criterio e incluso la posesión. Entró en una vorágine negativa, mientras que el Villamarín comenzó a señalar a Quique Setién y pedir su cabeza, mientras que Marcelino continuó fortificando su equipo. Quitó a Santi Mina para dar entrada a Lato y formar el doble lateral en banda izquierda.
El Betis parecía muerto, pero resucitó faltando doce minutos para el final gracias a un penalti de Gabriel Paulista, quien tocó el balón con la mano dentro del área. Lo Celso transformó la pena máxima y inyectó tensión al tramo final del encuentro. Las cosas todavía se pondrían peor para el Valencia CF al quedarse con un hombre menos por expulsión de Rodrigo en el 82.
A partir de ahí se vivieron ocho minutos eternos para los de Marcelino. El Betis apretaba, asediaba el área rival y el Valencia CF achicaba balones como podía. Pese al esfuerzo final de los verdiblancos, los de Mestalla se defendieron con uñas y dientes y acabaron sellando un sufrido triunfo que le acerca a la Champions League.