Maxi Gómez debutó en LaLiga Santander con el Valencia CF en la derrota ante el Celta de Vigo (1-0). Marcelino García Toral apostó por la dupla Gameiro - Maxi en detrimento de Rodrigo Moreno, que comenzó en el banquillo.
El delantero uruguayo volvía a Balaídos para enfrentarse contra su ex equipo tras el culebrón que supuso su fichaje. La intromisión del West Ham y las negociaciones sobre el trueque con el Valencia pospusieron su incorporación. Finalmente, 20 millones de euros, Santi Mina y la cesión por dos temporadas de Jorge Sáenz fueron las condiciones del fichaje.
El Valencia no consiguió dominar el encuentro en los primeros 15 minutos. El control del Celta impidió que los delanteros pudieran participar en las jugadas valencianistas, que rara vez sobrepasaban la zaga gallega.
En el ecuador de la primera mitad, el Valencia despertó y por Maxi pasaron las dos ocasiones más claras del equipo. En primer lugar, no pudo rematar un centro de Guedes que acabó con un disparo de Wass que Rubén Blanco y el larguero despejaron. Posteriomente, no llegó a un balón centrado al área por Gameiro que pudo suponer el empate valencianista.
Maxi Gómez participó en las tres ocasiones de peligro que generó el Valencia CF en la primera parte, y que pudieron suponer el empate
Además, tuvo la última ocasión del Valencia CF en la primera parte, cuando controló un balón filtrado desde la izquierda, pero su remate a media vuelta no encontró portería. Tampoco encontró su hueco en la segunda mitad, y fue sustituido por Rodrigo Moreno en el minuto 60.
Por lo tanto, el debut de Maxi Gómez con el Valencia fue agridulce. A pesar de la motivación que proporciona el enfrentarte a tu ex equipo en su estadio, el delantero no encontró su sitio, ni pudo superar a la defensa del Celta ni a Rubén Blanco.