Marcelino quiso hacer ‘reset’ tras el mercado de fichajes pero no llegó
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El debut de Celades se acercó más al de Ayestarán que al de Marcelino
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Hasta el seleccionador habla de la destitución de Marcelino
A Marcelino García Toral le cogió de sorpresa su despido del Valencia CF. La decisión de Peter Lim fue un duro mazazo anímico para el técnico asturiano que en ningún momento pensó que el dueño iba a escoger ese camino. Sobre todo porque la cabeza del técnico ya estaba puesta en lograr una buena temporada tras la crisis institucional vivida en el verano. Pero la rescisión del entrenador acabó con las aspiraciones de un equipo que confiaba en su técnico después de lo que había demostrado durante dos campañas.
Así, cuando estalló la crisis institucional en el Valencia Marcelino pensaba que el proyecto podía regresar a la normalidad. A pesar de que la estructura deportiva del club estaba en claro peligro de desaparecer. El técnico asturiano creía que había posibilidades de que el proyecto volviera a ser estable. Más concretamente, que en el Valencia se volviera a trabajar como en los dos primeros años del ya ex mister del cuadro de Mestalla.
Por este motivo, el cierre del mercado de fichajes fue un alivio para Marcelino. La continuidad de Rodrigo sirvió para que el técnico cogiera confianza. El equipo había mantenido la plantilla de la pasada campaña. Bien es cierto que no había podido dar el salto de calidad que pretendían en el mercado con tres futbolistas que subieran el nivel del equipo. Pero habían mantenido a los pesos pesados y también conseguido profundidad de banquillo. Por lo que querían competir en las tres competiciones.
Marcelino pretendía olvidarse de todo lo sucedido en verano. Hacer reset y con el mercado cerrado centrarse en lo deportivo. Con una plantilla que le había pedido en verano que no se marchase del club. Pero la destitución del técnico originó una crisis mucho más importante que la institucional. Una crisis de confianza de la plantilla ante un proyecto que recuerda al de 2015. La primera derrota en el Camp Nou abrió todavía más el problema difícil de arreglar en el que ahora mismo se encuentra el Valencia.