La Vieja Señora llama a la puerta del joven Kangin Lee
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Kangin Lee: un partido para guardar
El Valencia CF tiene en Kangin Lee un diamante en bruto por el que suspiran infinidad de clubs de los más importantes de Europa. La Juventus, el último en aparecer.
Ni es la primera vez ni será la última, ni es el primer equipo ni será el último. Actuaciones como las de Kangin Lee ante el Getafe con apenas 18 años tienen un reverso oscuro por lo que a intereses del Valencia CF se refiere: Los grandes clubs de España y de Europa reparan en que el mejor jugador del mundo sub 20 está en Valencia y, lógicamente, lo quieren.
No hace falta que lo diga la prensa italiana, que lo dice, pero el último club que ha sonado con fuerza para intentar fichar a Kangin es la Juventus de Turín. La realidad es que la Juve siempre lo quiso. Fabio Paraticci, su jefe de mercado, siempre lo ha tenido entre sus preferencias y ahora que Kangin ha crecido no es una excepción. Es más, los deseos crecen a medida que suben las prestaciones del chaval.
El contrato y la cláusula de Kangin Lee
Hay que recordar que el extranjero más joven en marcar con la camiseta del Valencia en liga, está atado y bien atado. Finaliza contrato el 2022 y su cláusula de rescisión asciende a 80 millones de euros. Además, está la voluntad del propio futbolista que recaló en el Valencia con solo 11 años. Su Deseo siempre fue hacerse camino con la elástica blanquinegra y así sigue. El Valencia lo tiene atado con un contrato profesional desde este mismo año y ya hay voluntad en el club por mejorar y ampliar esa situación.
Su precocidad y su rendimiento hacen difícilmente cuantificable qué cantidad hay que poner en su contrato para alejar a los moscones, pero la idea, el concepto está claro: Kangin ni se va ni está en venta. Sirva como prueba de la voluntad de club y jugador que, este verano, cuando su salida era una opción real, nunca se planteó un traspaso definitivo, sino fórmulas como la cesión para que el futuro del jugador estuviera siempre en manos del club.
Ahora solo queda sentarse a disfrutar viendo su crecimiento porque, primero con Marcelino, y ahora con Celades, Kangin ha llegado para quedarse.