Análisis: Celades redibuja su Valencia para compensar las bajas
Albert Celades ha demostrado ser una entrenador con flexibilidad táctica. Los de Mestalla llegaron a este Athletic-Valencia CF mermados por las bajas. Esto impedía darle continuidad al 4-3-3 y el técnico catalán no tuvo problemas para rediseñar su dibujo para adaptarse a las circunstancias.
ElDesmarque Valencia analiza las claves del planteamiento de Albert Celades en el Athletic-Valencia CF (0-1) de la jornada 7 de LaLiga Santander:
Rodrigo como enlace
En el Nuevo San Mamés, Celades no pudo apostar por juntar tres mediocentros por la baja de Geoffrey Kondogbia. Por ello, Celades desempolvó el 4-4-2 característico de la etapa de Marcelino García Toral. Eso sí, con variaciones necesarias por la filosofía futbolística del técnico catalán.
En este caso, el 4-4-2 se transformaba en varias fases en 4-2-3-1 con Rodrigo Moreno retrasándose a la zona de creación para intervenir en juego. De hecho, vivió más tiempo lejos del área que en las inmediaciones del gol. Maxi Gómez sí quedó más descolgado como referencia.
Las dos alas también marcaron una diferencia respecto al 4-4-2 de Marcelino. Su posición era mucho más adelantada que con el asturiano. En ocasiones, por delante de Rodrigo Moreno. Prueba de ello es la jugada del gol, en que Ferran y Cheryshev con los dos jugadores más adelantados.
En defensa no varía
En fase ofensiva hubo variaciones, pero en fase defensiva se dio continuidad a la defensa en 4-4-2 que se ha mantenido a pesar del cambio en el banquillo. El dibujo era incluso más claro que en ataque. Rodrigo y Maxi se alineaban como la primera línea de presión, mientras que Cheryshev y Ferran se ponían a la altura de Coquelin y Parejo.
La filosofía por encima de todo
Albert Celades ha repetido que el esquema no es importante, pero sí la filosofía de juego. En ese sentido, la identidad que quiere darle el técnico catalán está clara y parece innegociable. Puede cambiar el dibujo, pero la filosofía siempre es la misma. El equipo se organiza alrededor del balón, quiere la posesión, tocar más y correr menos.
En el Nuevo San Mamés se vio clara esa propuesta, especialmente en el primer tiempo. Hubo fases del partido en el que los de Mestalla llegaron a acumular un 65% de la posesión. Tras adelantarse en el marcador ese porcentaje bajó a causa del empuje local.