Celades fulmina el 4-3-3
Celades volvió a apostar por su sistema predilecto ante al Lille, pero no fue mejor con él. El Valencia CF dio un paso adelante cuando Carlos Soler entró por Kondogbia y se volvió al 4-4-2 de los tiempos de Marcelino. Sin embargo, los cuatro días desde que Coquelin notó un pinchazo en el muslo al final del encuentro ante el Atlético de Madrid fueron suficientes para incorporarle en el centro del campo y armar el clásico 4-3-3 del técnico catalán, que no duda en implantar su formación siempre que los jugadores disponibles se lo permiten.
Como viene siendo costumbre desde la llegada de Celades, el 4-3-3 ofensivo pasaba a un 4-4-2 en tareas defensivas. Coquelin se convertía en interior cada vez que los franceses atacaban, y Gameiro y Maxi cerraban filas y se convertían en la primera línea de presión.
El Valencia jugaba a mantener la posesión y crear jugadas elaboradas. Ni la intensa presión del Lille generaba que los centrales jugasen al balonazo. De hecho, varias de las salidas de balón fueron bastante arriesgadas. Además, y a diferencia de otros encuentros, no era Kondogbia el primero de los centrocampistas, sino Parejo, que en ocasiones se convertía en un quinto central para favorecer la salida del esférico.
El conjunto de Celades no supo controlar el partido en la primera parte y, tras el descanso, Carlos Soler sustituyó a Kondogbia para volver al 4-4-2. El centrocampista, en su segundo partido tras volver de su lesión de tobillo, volvió a ejercer de interior derecho, al igual que en la etapa de Marcelino. Así, con los automatismos que los futbolistas han adquirido en los últimos dos años, se ganó el partido. Defensa y a la contra.
Así buscó el Valencia la victoria. Una combinación entre Parejo y Maxi dejó a Gameiro solo ante la portería. El francés cedió el esférico a Cheryshev que, sin la presencia del portero, adelantó a los visitantes.
El Lille se lanzó al ataque pero el conjunto valencianista, como en tiempos del técnico asturiano, se cerró en defensa ante el asedio francés. Finalmente, y tras la expulsión de Diakhaby, Ikoné anotó in extremis el gol que empató el partido.