''Papá, ¿cuál es el coche de Sobrino?''

El partido ante el Sevilla no fue uno más para Rubén Sobrino. La falta de atacantes del Valencia CF, tanto por sanción como por lesión, le abrió las puertas de la convocatoria e incluso de la participación en un partido que se ponía cuesta arriba con el paso de los minutos. Como si de una acción de justicia divina se tratase, el delantero manchego fue el encargado de poner un empate que le convirtió en el héroe de la noche, cuestión que no pasó desapercibida por los 38.000 asistentes a Mestalla.

Por ello, tras la salida de los jugadores del estadio valencianista, una buena cantidad de aficionados se esperaron para brindarle su cariño al atacante, dedicándole palabras de ánimo y pidiéndole fotos como si de la estrella del equipo se tratase. Las caras de Sobrino y sus acompañantes lo decían todo. Las sonrisas que reflejaban sus rostros mostraban la alegría que sentían porque, al menos por una noche noche, el esfuerzo y el trabajo daban sus frutos.

El mismo Celades alababa en rueda de prensa la implicación del delantero a pesar de no contar con los minutos deseados: ''Las cosas no pasan porque sí. En el caso de Manu y Rubén, se entrenan fantásticamente y tienen la actitud adecuada. A partir de una situación complicada, cada vez que les hemos necesitado lo han hecho. Estamos encantados'', afirmaba el técnico catalán.

Sobrino reafirma su compromiso

Tras el encuentro, el delantero habló sobre su posible marcha, tanto en el mercado de verano como en la próxima ventaja de fichajes: ''Me quedé en este club sabiendo la competencia que hay porque quería luchar, no quería irme a los seis meses por la puerta de atrás'', comentaba antes de reafirmar su deseo de quedarse en el Valencia: ''Aún falta mucho y yo quiero seguir luchando aquí hasta que crea que debo salir. Tengo que seguir haciendo lo mismo que hasta ahora para ser útil el tiempo que juegue''.

Todavía faltan dos meses para el mercado de invierno y, por las palabras de Sobrino, su intención es luchar para ser útil en el club. Lo que nadie le puede quitar son noches como estas. Noches en las que el héroe, aunque solo sea por una vez, ha sido él.