Las quejas del Valencia por la Supercopa y su siguiente paso
El Valencia CF y el valencianismo mantienen un sabor agridulce respecto al nuevo y polémico formato de la Supercopa de España y su reparto económico. Estas son sus quejas y los pasos que va a dar para tratar de buscar, sobre todo, que el reparto sea más igualitario.
El injusto reparto de la Supercopa de España, lo que más escuece
Los semifinalistas cobrarán 800.000 euros; el subcampeón 1 millón de euros y el campeón 2 millones de euros anunció la Federación en la asamblea del 29 de abril cuando se aprobó el cambio de formato. Al margen, Rubiales ya dejó caer que los ingresos extras (sponsors y demás) garantizarán al menos un millón de euros más para todos los clubs implicados. De esta forma, el Valencia tendrá garantizado entre 1.8 millones euros y tres millones de euros. El problema es que otros clubs como el Real Madrid o el FC Barcelona llegan por esos conceptos a los 9 millones fijos.
He aquí la paradoja: dos invitados de piedra -Madrid y Atlético- cobrarán más que el justo participante del Valencia CF. De ahí las quejas del presidente Anil Murthy este lunes. "La temporada pasada no estuvimos de acuerdo con el cambio de formato a mitad de temporada. Debemos defender nuestro derecho. Tampoco estamos de acuerdo con el reparto económico. Somos cuatro grandes equipos y no podemos tener un reparto diferente".
Pide un arbitraje
El Valencia CF es consciente que no jugar la competición no le beneficiará pues le priva de la posibilidad de alcanzar un título y ya ha declarado en varias ocasiones que disputará la final four de la Eurocopa. Sin embargo, respecto al reparto, el Valencia CF sí ha enviado una carta a Rubiales (en realidad una contestación) para aceptar su propuesta de arbitraje respecto al reparto económico.
"El Valencia CF no está de acuerdo con el reparto de los derechos económicos. He contestado a una carta de Rubiales para aceptar su propuesta de arbitraje. Vamos a pelear por nuestros derechos", explicó Murthy al respecto.
En ese sentido, Rubiales ya explicó que sabía que había "un club de los cuatro que no está conforme con el reparto económico, pero prefiero que se manifieste él" y, aunque no quiso confirmar el reparto añadió que los ingresos se reparten de dos maneras: los premios son iguales por participante y hay otro apartado que se reparte en función del histórico del club, como en la Champions y aludió a la "objetividad". Ahí radica la gran diferencia entre lo que va a cobrar el Valencia, legítimo finalista, y clubs como el Real Madrid o el Atlético de Madrid, invitados.
La medida favorece a los dos grandes y se mantendrá, al menos, tres años, dejando en clara posición de inferioridad al resto de clubs que vayan a participar en el futuro en la Supercopa.
El cambio de formato
El segundo motivo de conflicto y que el Valencia no transige es el cambio de formato a mitad de abril, con la competición empezada. Ya en su día Alemany clamó al cielo. "Que en abril cambien el formato me sorprende y no nos gusta, cuando ni siquiera se nos ha consultado ni se nos ha informado", añadió. Después sería Murthhy el que protestaría.
El Valencia se frotaba las manos con la posibilidad de que la Supercopa se jugara a un único partido como el año anterior en Tánger o, en su defecto, que fuera a doble partido contra el FC Barcelona. De repente, el 29 abril se encuentra que, no solo no será a partido único, que será una final four en enero de 2020 y en la que estarán otros dos invitados que, lógicamente, dificultan la posibilidad de ganar la competición.