Tras la gesta, toca la consagración
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Kondogbia vuelve en la convocatoria ante el Real Madrid
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Celades: “Para ganar al Madrid tenemos que transformar el entusiasmo en confianza”
Un Valencia-Real Madrid no es un partido más. Pese a las bajas y el agotamiento, seguro que los de Albert Celades dan la talla este domingo en Mestalla cuando, a partir de las 21 horas, ruede el esférico en el coliseo valencianista. Lograr la victoria, siempre complicado ante un rival de primerísimo nivel como es el actual colíder de LaLiga, será el colofón maravilloso a una semana que empezó con remontada en el derbi, continuó con la machada de ganar en el Ajax en el Johan Cruyff Arena y que ahora busca su consagración.
Las dificultades físicas y deportivas son múltiples. Sin embargo, este grupo humano ha demostrado tener un amor propio y un compromiso que le convierte en un enemigo temible y en un equipo fiable a pesar de llegar con infinidad de bajas al duelo.
El extenso parte de guerra con el que Celades afronta el Valencia-Real Madrid es estremecedor
Y es que, el extenso parte de guerra que presenta el equipo es estremecedor. Gameiro fue el último en caer confirmando que la plaga de lesiones se extiende ahora a la delantera. De hecho, Celades no tendrá ni al francés ni a Maxi y tendrá que jugársela con Rodrigo y el jovencísimo Vallejo. No tiene más. En la zaga también se acumulaban los problemas, pero el regreso de Garay y la recuperación de Gabriel y Diakhaby ha aligerado mucho la cosa. Es como en la meta, donde Jaume Doménech sigue siendo un recambio de excelentes garantías hasta el punto de poner en duda la titularidad de Cillessen. Queda la medular, Coquelin, Parejo, Soler y Ferran, a pesar del feliz regreso de Kondogbia, parecen destinados a plantarle cara a un Madrid que, aunque con ausencias, tiene un equipazo.
Pero la personalidad del grupo y la inteligencia emocional del técnico valencianista convierten al Valencia CF en un rival más que peligroso para cualquier equipo y más cuando se trata de visitar Mestalla. Ante su afición y con tres puntos de oro en juego, después de una semana mágica, la grada tiene ganas de marcha, de que su equipo se consagre y cierre un gran año en casa con un triunfo con solera. Quizá la clave esté, lo anunciaba Celades, transformar ese optimismo que se huele en Mestalla en confianza.