Cheryshev-Soler: La apuesta que dejó a Guedes en el banco
Dadas las numerosas bajas que contempla el Valencia CF, el técnico, Albert Celades se ha visto obligado a reorganizar por enésima vez el planteamiento del equipo. Así pues, esta vez Celades ha optado por darle minutos a Denis Cheryshev por el carril izquierdo, sorprendiendo a todos al dejar en el banquillo a Gonçalo Guedes, y ha decidido colocar a Carlos Soler como mediapunta en un partido que se presentaba complicado ante la Real Sociedad.
No obstante, pese a las buenas intenciones del entrenador, las renovaciones no sirvieron de nada. Así pues, el nuevo esquema de Celades ha terminado siendo un fracaso más que empieza a impacientar a una afición que ve repetidas las goleadas en contra partido tras partido.
Los de Mestalla viajaban al Reale Arena con todos los vientos en contra, pues hasta 9 hombres conformaban la lista de bajas del equipo taronja. Con este contexto, el partido de hoy no ha podido más que certificar los temibles pronósticos. Finalmente el equipo blanquinegro se marchó a casa con un contundente 3-0.
Cheryshev desaparecido fuera y dentro del terreno de juego
El partido comenzó algo complicado para el ruso. Nada ocurría en la parte ofensiva del Valencia y el extremo no conseguía asociarse con sus compañeros, y cuando lo hacía no acarreaba peligro para el equipo "txuri urdin". Un centro peligroso desde el costado izquierdo fue lo más peligroso de su actuación.
En la segunda mitad, las cosas no mejoraban, los de Celades seguían encajando goles y las acciones ofensivas no llegaban. Denis Cheryshev continuaba sin aparecer y se mantenía fuera de cobertura y sin batería. En esta segunda mitad el extremo ruso consiguió generar una ocasión de peligro que podría haber supuesto el primer gol del equipo che de no haberlo anulado el árbitro por fuera de juego, pero se quedó en un mero espejismo.
El jugador insistía tratando de desmarcarse por el carril izquierdo, pero sus esfuerzos eran en vano. Los blanquinegros no eran capaces de hacer daño con el balón y únicamente podían contemplar las incesantes acometidas de los de Imanol, intentando defenderse como gato panza arriba.