Sin la presencia del ser humano, confinado en sus casas a causa de la pandemia del coronavirus Covid-19, la naturaleza se ha empezado a adueñar y a colonizar terrenos anteriormente vetados para ella. El último ejemplo se ha vivido en València en las últimas horas. En una céntrica calle de la ciudad de València, ante la mirada impasible de los ciudadanos que en ese momento habían abandonado el confinamiento por el estado de alarma, una gaviota se posó sobre un coche y empezó a devorar un pollo o un pichón a sus anchas. Impasible, sin reparar en los curiosos que, como el autor del vídeo, alucinaban ante los avances de la madre naturaleza en la jungla del asfalto.
Esta vez fue una gaviota, pero hace unas semanas era un un corzo campando a sus anchas por la urbanización de La Cañada en Paterna, a escasos kilómetros de la ciudad y de donde se entrena el Valencia CF. Lo cierto es que el confinamiento está permitiendo a los animales acercarse a las ciudades. Se han visto jabalíes paseando por capitales o delfines en plena Venecia. Valencia no es una excepción. En las inmediaciones de la ciudad del Turia se han podido ver delfines en zonas que no son habituales para ellos.