El título nacido del dolor, el que el Valencia CF jamás hubiera deseado disputar está de aniversario. Este sábado se cumplen 33 años desde que el conjunto de Mestalla dirigido por Alfredo Di Stéfano lograba con su victoria ante el Recreativo de Huelva en Mestalla el ascenso de categoría. La pesadilla en el infierno de Segunda había durado un año, demasiado tiempo para un club centenario. Aquel bache cortó una trayectoria ininterrumpida desde 1931 que le hace ser el cuarto equipo con más tiempo en la élite si se exceptúan los tres clubs que nunca bajaron: Athletic Club, FC Barcelona y Real Madrid. Aquel año al Valencia CF no le bastó ser campeón. Para salir del trance tuvo que disputar una última liguilla. Esta es la historia del ascenso.
Y es que, nadie hubiese podido imaginar que el Valencia CF perdería la categoría en la lejana temporada 85/86 pero el desastre, finalmente se produjo. El club había estado dos o tres campañas arruinado, flirteando con los puestos de abajo y al final cayó. La ciudad entró en estado de shock pues el Valencia CF no estaría entre los mejores por primera vez en cincuenta y cuatro años. Fue una pesadilla que duró un año ya que el 30 de mayo de 1987, el Valencia CF derrotaba al Recreativo de Huelva en el estadio valencianista, por aquel entonces Luis Casanova, por 2-0 con goles de Subirats y Quique Sánchez Flores, lo que suponía el ascenso matemático a la categoría de oro. El Valencia CF conseguía el objetivo del ascenso a falta de tres jornadas para la conclusión de campeonato, dejando el periplo en la Segunda División en una mera anécdota aislada.
El entrenador de aquel equipo era Alfredo Di Stéfano y los once jugadores que consiguieron aquella victoria contra el conjunto onubense fueron Sempere, Arias, Giner, Bossio, Subirats, Fernando, Alcañiz, Quique Flores, Revert, Arroyo y Fenoll. Y junto a ellos los Alcañiz, Jon García, Voro, Paco Ferrando, Antonio García, Cotino, Serna, Muñoz Pérez, Sánchez Torres, Juárez y el tristemente fallecido Sixto Casabona.
Fuera del campo les secundaron Jesús Paredes, el segundo entrenador y preparador del fallecido Alfredo Di Stéfano, Españeta, el doctor Arregui y directivos como Vicente Andreu, Ramón Aznar, Guillermo Orihuela, Pepe Moret, Germán Marco, José Domingo, Alberto Miguel, José Jiménez o José Pont.
Ya no está entre nosotros el presidente Arturo Tuzón.
Así, el Valencia CF conseguía el objetivo del ascenso a falta de tres jornadas para la conclusión de campeonato, dejando el periplo en la Segunda División en una mera anécdota aislada.
Afortunadamente, aquel episodio de infausto recuerdo para el valencianismo no se ha repetido y queda como una simple efeméride que debe ser recordada en la historia casi centenaria del Valencia CF. Si bien es cierto, tal fue la impronta que generó en el valencianismo aquel ascenso que los integrantes de aquella plantilla y sus directivos se juntaron 30 años después para conmemorar tan dichosa efeméride.
Aquel año, por primera vez, se instauró una liguilla off que tras la primeras 34 jornadas de Liga los doce primeros clasificados divididos en dos grupos de seis debían volver a enfrentarse. Al Valencia CF no le bastó ser campeón para lograr el ascenso tras un año en la élite, aún tuvo que hacer un esfuerzo superior, para ratificar la primera posición de la Liga regular, el Valencia se midió a doble vuelta al Hércules, Recreativo de Huelva, Bilbao Athletic, Logroñés y Elche.