Tamara Gorro no levanta cabeza: "2020 te odio con todas mis pu... ganas"
2020 no está siendo un buen año para Tamara Gorro ni para su marido Ezequiel Garay. Tanto es así que este La presentadora e influencer se destapaba esta semana en sus historias de instagram un nuevo drama familiar: Su yaya está ingresada, y aunque no es por el COVID-19, le van a hacer pruebas. A la madrileña le duele no poder estar a su lado y relata que lo pasó mal "como le ha pasado a mucha gente" hasta que le han conseguido hacerle llegar un móvil para poder hablar con ella. Tras el primer shock, Tamara confiesa que va a seguir haciendo sus tittoks para ella, porque es su fan número 1 "así le provoco una sonrisa" y se consuela animando al Valencia CF, aunque por desgracia el club tampoco le da demasiadas alegrías últimamente.
"Estoy tristona, es normal pero tengo cuatro niños y tengo que sonreír y hacer que se lo pasen de maravilla y lo que he puesto en la foto: nunca perdiendo la sonrisa porque así se ganan muchas batallas", dice más tranquila.
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¿Y por qué Tamara Gorro se expresa con tanta claridad sobre 2020?
Pues es que le ha pasado de todo. La pandemia la pasó alejada de sus hijos, ha perdido integrantes de su familia virtual y la enfermedad de su abuela llega días después de que su marido, Ezequiel Garay, sacudiera los cimientos del Valencia CF con un duro comunicado sobre el asunto de su no renovación con el club de Mestalla. El jugador se ha mostrado muy emocionado mientras leía las palabras escritas y su esposa, Tamara Gorro, le ha mostrado públicamente su apoyo a través de las redes sociales. "Me parte el corazón verte así. Pero por suerte, como bien dices, el camino se demuestra andando y el tuyo está más que demostrado. Eres una persona excelente. Siempre contigo", le escribió la influencer en Instagram.
A pesar del desencuentro de Garay con el club, Tamara Gorro sigue fiel a los colores valencianistas. Por eso, para terminar de animarse el día, mandó un mensaje de esperanza al Valencia CF que empezaba LaLiga ante el Levante UD en Mestalla. Allí, en la grada, aunque lesionado y sin ficha estaba su marido, Ezequiel Garay, que asistió en primera persona a cómo volaban dos puntos tras el empate del Levante UD en el minuto 97.