Reducción drástica del presupuesto y del coste de plantilla para la temporada que viene

La mala gestión deportiva y económica de Meriton Holdings tiene sus consecuencias que pueden ser funestas en lo deportivo y en lo económico. El Valencia CF se prepara para una época de vacas flacas. La crisis del COVID-19 y haberse quedado fuera de Europa implicará una reducción del presupuesto de entre 60 y 80 millones de euros. De hecho, la entidad trabaja con una previsión del presupuesto del club se sitúe entre 100 y los 120 millones de euros.  Acorde a esa reducción, y a la espera que LaLiga establezca el límite definitivo del coste de plantilla.

Sin duda, el bofetón es grande y limitará ampliamente los movimientos en el futuro a corto y medio plazo. En ese sentido, hay que recordar que el club de Mestalla arrancó la temporada 2019-2020 con un límite de coste de plantilla de 170.673.000 euros. Tras esta última actualización realizada por LaLiga, el Valencia CF aumentó a 177.107.000 euros, aunque no lo consumió todo. Se espera que este año esa reducción sea análoga al presupuesto y ronde los 100 millones de euros entre salarios y amortizaciones de fichajes.

Tres razones para la reducción del presupuesto y el coste de plantilla

Ahora las previsiones son mucho peores. En el club explican que la bajada se debe a tres razones básicas: la crisis del coronavirus, que reducirá los ingresos al menos un 20% de casi todas las partidas; haberse quedado fuera de Europa y la derrochadora política en gasto de fichajes de las dos últimas temporadas teniendo en cuenta el riesgo de quedarse fuera de Europa.

El Valencia CF este año pasado firmó un presupuesto que ascendía a 183.7 millones de euros. El club había previsto ingresar 63 millones de euros por competiciones -Liga, Champions, Copa y Supercopa-; 14 millones por abonados y socios; 83 millones por derechos de televisión y 15 millones por ingresos publicitarios. Casi todos los parámetros se han cumplido, pero las cosas van a ser diferentes para la campaña próxima. Sirva como ejemplo que el público no puede ir al estadio y eso implica una merma en los abonos y así en todos los aspectos. Además, el club considera que estas dos últimas campañas se ha gastado por encima de las posibilidades en fichajes y eso lastra a la hora de salir al mercado ahora.

Interpretaciones al margen, el fracaso de no haberse clasificado para Europa es lo que obliga ahora a vender futbolistas por un montante superior a los 39.3 millones de euros que estaban previstos. Eso sin contar que, para reducir el coste de plantilla hay que reducir sueldos y amortizaciones de contratos. De ahí que el club haya comunicado a varios pesos pesados de la plantilla que están en el mercado. El problema fue hacerlo cuando aún restaban dos jornadas para acabar LaLiga Santander y eso terminó por desestabilizar al vestuario y condenando al Valencia.