Entre Singapur y el 'Fuori': Los antecedentes kafkianos del Caso Gracia

Javi Gracia ha decidido seguir como entrenador del Valencia CF. Lo ha confirmado con un largo comunicado en el que aplaza un tiempo un destino que ya conocieron en sus propias carnes entrenadores como Marcelino García Toral o Cesare Prandelli, otras víctimas de la guillotina sin misericordia de Meriton Holdings en el Valencia. Las surrealistas situaciones que le están tocando vivir a Javi Gracia pueden trazar lineas paralelas con lo ocurrido tanto a Marcelino como a Prandelli en el pasado. Precisamente, tanto el técnico asturiano como el italiano, empezaron con sus problemas cuando reclamaron fichajes de forma pública, precisamente tal y como Javi Gracia comenzó a evidenciar su enfado por el engaño del que era objeto.

Sin embargo, esto no es lo único que tienen en común estos técnicos:

Marcelino viajó a Singapur para hablar con Lim y la plantilla entrenó sin él

Este miércoles se ha dado la curiosa situación de que el equipo se ha ejercitado sin su entrenador, Javi Gracia, que estaba en el club negociando con el presidente la forma de salir del Valencia. La última vez que eso ocurrió en el Valencia fue en el verano de 2019 cuando el técnico Marcelino García Toral viajó a Singapur para reunirse con el propietario Peter Lim para hablar sobre la planificación deportiva. Un cara a cara que Javi Gracia parece jamás tendrá.

Prandelli abandonó el barco y tuvo que indemnizar al Valencia CF

De aquellos polvos estos lodos. Es precisamente el principal problema que tiene Javi Gracia. Si se marcha de forma unilateral, por contrato deberá pagar una importante suma de dinero al club. De ahí que haya querido pactar una salida amistosa. Prandelli no lo hizo y sentó un precedente que refuerza al club. El técnico italiano presentó su dimisión como respuesta a que el Valencia no cumplía las condiciones que había prometido en cuanto a fichajes, exactamente lo que ocurre con Javi Gracia. Después de un año de pleitos, Prandelli tuvo que indemnizar al club. El tiempo y el acuerdo le dieron la razón al Valencia que, lejos de pagar un despido improcedente, cobró por el perjuicio que le supuso quedarse tirado sin entrenador y sin previo aviso. 

Aquella situación recuerda a la actual con Gracia.