Maxi volvió al once y salvó al equipo de Gracia
En el duelo agónico ante el Cádiz, muchas miradas apuntaban a Maxi Gómez. El delantero charrúa se quedó sin jugar ni un sólo minuto en la derrota ante el Granada por un castigo del técnico tras un desplante en un entreno. Una vez superada la crisis, este lunes, el charrúa regresó al once del Valencia CF en un duelo con tremenda necesidad de triunfo para el conjunto valencianista.
Maxi se mostró muy intenso durante los minutos iniciales, intentando abrir huecos y siendo referencia para sus compañeros pero la realidad es que estuvo desasistido y cayó en momentos de desesperación al ver cómo sus intentos eran estériles.
Los centrales del Cádiz, Alcalá y Cala, estaban muy pendientes en todo momento del ariete. Parecía una empresa casi imposible romper la líneas cadistas con tantos jugadores visitantes guardando el área de Ledesma pero en el 22', Correia puso un centro medido al corazón del área donde esperaba Maxi. Remate incontestable del uruguayo que exigió el máximo al meta del Cádiz, que pudo enviar a córner tras una buena manopla.
La tela de araña que suele proponer el Cádiz en todos sus partidos, también en Mestalla, restaba muchas opciones al Valencia. Maxi intentaba sacar petróleo de cualquier acción y consiguió provocar una falta peligrosa tras ganarle la posición a Juan Cala.
Lucha y sufrimiento hasta la recompensa del gol de Maxi Gómez
En la segunda parte, el uruguayo sufrió el mismo calvario y todo se tornó oscuro cuando el Cádiz consiguió adelantarse en el marcador. Todo parecía destinado al amargo fracaso, sin embargo, Maxi recibió un regalo en forma de balón al recibir un centro perfecto de Gayà desde el costado zurdo. Libre de marca, el charrúa remató plano y fuerte el centro la portería pero el testarazo fue tan preciso que sorprendió al meta Ledesma. Maxi celebró con rabia el gol del empate el día que pasó de villano a héroe, otra vez.