Manu Vallejo, un velocista con alma de tanque

Con la mitad de la temporada disputada Javi Gracia ya tiene un once tipo. Pese a que el navarro se ha esforzado en señalar que en su plantilla no hay ningún jugador que parta con el cartel de titular, la realidad es que la mayoría de roles ya están definidos. Sin embargo, todavía no se ha encontrado un acompañante de garantías para Maxi Gómez.  Ni Gameiro ni Guedes ni kang In Lee han funcionado. Contra el Atlético de Madrid, Manu Vallejo tuvo su oportunidad. El andaluz se ha ganado a base de goles convertirse en el mejor revulsivo del equipo, pero más allá de la Copa y algún encuentro aislado, no ha tenido continuidad en LaLiga.  Contra los colchoneros había salir con ganas de guerra, y Vallejo acudió a todas las batallas.

El Valencia CF salió del Wanda Metropolitano con una nueva derrota, para comenzar la segunda vuelta de LaLiga. Javi Gracia optó por Manu vallejo como acompañante de Maxi Gómez y el andaluz se dejó todo en el campo.

Una liebre sin premio

Por condiciones físicas y estilo, Manu Vallejo necesita correr. No es un futbolista que la pida al pie ni que destaque en el juego combinativo. Siempre que podía, el gaditano la pedía al hueco. Se colocaba entre Savic y Giménez, bordeaba la línea del fuera de juego, reclamaba el balón y comenzaba sus particulares cien metros lisos. En el minuto ocho, casi logró adelantar al Valencia CF tras dejar a la defensa madrileña atrás.

Con espacios, a la carrera y buscando ganar por velocidad es donde más cómodo se sintió Vallejo. Pero contra el Atleti tocaba manejar muchos registros. Por ello, y pese a que el andaluz no supera el metro setenta, el delantero tuvo que actuar de nueve referencia. El Cholo lo fijó como un futbolista al que cubrir y los zagueros intentaron que no girase. Para contrarrestarlo, tuvo que jugar de espaldas, ir a los choques aéreos y proteger el balón lejos de la portería. Pese a la diferencia de tamaño, Vallejo ganó un buen número de duelos.

Vallejo baja al barro

Pese a su juventud y no ser de los futbolistas con más minutos de la plantilla, Manu Vallejo es uno de los jugadores blanquinegros con más oficio. Durante todo el partido, acudió a la presión y puso en aprietos a los centrales del Atleti. En una disputa con Savic, el montenegrino se desentendió del balón y propinó un codazo al delantero che. Ni el VAR ni el árbitro vieron nada punible. Aunque Vallejo no sacó benefició de la jugada. Demostró una picardía que no se percibió en la anterior jornada con Kang In Lee. El gaditano, al instante de notar el contacto, fue al suelo y se tiró la mano a la cara.

Más allá de esa jugada, Manu Vallejo fue un dolor de muelas para el Atlético. Ni los centrales ni Koke; ni siquiera los jugadores de ataque podían estar tranquilos. Si los colchoneros erraban en un control o si tenían el más mínimo despiste, por ahí aparecía Vallejo. El andaluz fue el primero en presionar y en ir a las ayudas. Ganó balones para su equipo y dio aire a un equipo al que le tocó sufrir. En el minuto 78 fue sustituido por Gameiro.