La emotiva carta de un juvenil lesionado que pone a su abuela fallecida como ejemplo
En tiempos de pandemia las historias humanas se suceden por doquier y muchas veces por desgracia. Convertir la pérdida de un familiar fallecido es un aliciente para la superación es una de las mejores salidas posibles y es lo que hace Samu Macià. El juvenil del Valencia CF lesionado de gravedad, en estos momentos tan duros a nivel personal y deportivo, ha tomado el ejemplo de su abuela para combatir los nueve meses que tiene por delante de recuperación.
La carta íntegra de Samu Macià, juvenil del Valencia CF
El 19 de Septiembre de 2020 es una fecha que difícilmente se me va a olvidar. Es imposible no tener en mente ese momento. Todos los días paso por delante de ese campo y es imposible que no me quede mirando el área donde pasó.
Desde que caí al suelo chillando y sin poder mover la pierna, me vino a la cabeza sin pensar, que estaba bastante jodido
Si pudiera volver y hablar con mi yo del pasado le diría que aproveche cada momento; cada paso que podía dar, cada carrera, cada entrenamiento
"Desde que caí al suelo chillando y sin poder mover la pierna, me vino a la cabeza sin pensar, que estaba bastante jodido"
Siento melancolía cuando veo todos los días a mis compañeros que se van a entrenar, se van a los partidos, vuelven cansados, con dolores
Mientras yo esté en este túnel tan oscuro, ellos tendrán que aprender a valorar cada cosa que tienen y cada día que pasan. (…) Yo me encargaré de que no estén tristes por jugar mal, porque algo les sale mal o por lo que sea. Tengo energía y alegría para repartirles todos los días, de eso no tengo duda.
Muy pocas veces desde la lesión puedo decir que haya sentido miedo, desde que tengo uso de razón llevo viendo a mis 4 abuelos sin miedo y peleando por la vida. ¿Si ellos eran felices luchando por su vida hasta que no aguantaron más, porque no lo iba a ser yo luchando contra una lesión de 9 meses?
El sábado anterior a mi lesión cuando encendí el móvil después de acabar el partido, empecé a ver muchos mensajes. De los 4 abuelos que me enseñaron a luchar, la última lo acababa de dejar de hacer. ELLA DEJÓ DE LUCHAR, PERO AHORA ME TOCABA A MÍ, COMO ELLOS ME ENSEÑARON
Ahora estoy en un camino largo y oscuro en el que me toca sufrir mucho, pero estoy seguro que voy a salir mucho más fuerte y voy a volver a disfrutar. CONSTANCIA, DEDICACIÓN Y RESILIENCIA.
Doy gracias por tener la familia que tengo tanto en Residencia como en casa, lo querido que me siento es un sentimiento que no se puede explicar con palabras…
Cuando me vaya del Valencia CF (ojalá que sea lo más tarde posible) me iré feliz sabiendo que llegué siendo un niño y me voy siendo un hombre. Con muchos valores y con muchísimo aprendizaje”.