Yo también habría vuelto a jugar por Diakhaby y contra el racismo
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Si yo hubiera sido jugador de la primera plantilla del Valencia CF estoy seguro que habría actuado exactamente igual en el caso Diakhaby. Escribo aún en caliente, quizá sin tener todos los datos. Juan Cala no ha dicho nada, Diakhaby no ha dicho nada pero sus gestos son tan ostensibles, tan reveladores que no podemos quedarnos impasibles ante la realidad de que el racismo sigue todavía revoloteando por los campos de la LaLiga Santander, del mundo. Está presente en nuestra sociedad. Es así. Es inconcebible y frustrante que todavía sucedan estos casos en un terreno de juego con infinidad de cámaras y micrófonos. ¿Qué no sucederá en los campos dónde el fútbol es tan grande que sólo estamos los padres, los aficionados de verdad? Pues háganse una idea de lo que pasa cada día en este país y en este deporte. Es por eso que la reacción de la plantilla del Valencia CF me parece de diez, chapeau. Hicieron lo que tocaba. Dieron un puñetazo contra el racismo que traspasará las fronteras del aquí y del ahora.
Su gesto va a servir para que nadie, Liga, RFEF, clubs y demás estamentos se pongan de perfil. El racismo hay que erradicarlo.
No hay excusas ni término medio: una sociedad democrática debe reprobar los insultos o agresiones racistas. No al racismo en todos los espacios, en el deporte, en la calle o en cualquier situación. Toda mi solidaridad con Diakhaby.
— Irene Montero (@IreneMontero) April 4, 2021
Me decepcionó Álvaro Cervera no sentando a su jugador en ese momento, pero a partir de ahí lo entiendo. Si Juan Cala se lo niega... ¿qué vas a hacer?
Y, por supuesto, entiendo al Valencia CF y a los jugadores que volvieran al campo tras hablarlo con Diakhaby. El hecho parece que existe, el insulto está denunciado, pero no aparecen las pruebas. Si Diakhaby se lo hubiera pedido a sus compañeros, estos se habrían quedado en la caseta pero sin la grabación, sin la evidencia, el Valencia CF habría perdido seis puntos y el infractor habría conseguido su objetivo: sacar del partido a un compañero, haber hecho mella en un rival por el color de su piel. No jugar era agravar la pena, el daño. No hay que conculcar la presunción de inocencia de Cala pero después de lo que les dijo el árbitro ¿no es humano pensar que la mejor forma de denunciarlo, además de haberse ido era ganar el choque en buena lid?
A esas alturas estaba claro que, salvo que aparezca una imagen que le dé la razón a Diakhaby, será su palabra contra los que utilizan gestos racistas y profieren insultos xenofobos para buscar su propio beneficio. El hecho de que toda la plantilla se marchara del campo es el gol que el Valencia CF ha marcado contra el racismo. Es el primero de una gran victoria. Lo que ocurrió después sobre el césped es secundario. Las consecuencias sí que deben ser patentes. Esperamos el pronunciamiento de LaLiga y la RFEF y si se hace justicia y aparecen las pruebas, todo habrá valido doblemente la pena. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque en Valencia
