El balance del Valencia a una semana del inicio del mercado

Apenas quedan siete días para el final de junio y la llegada del mes de julio, o lo que es lo mismo, para el cierre de la temporada 20/21, la bienvenida a la nueva campaña y al mercado de fichajes, el cual se extenderá hasta el 31 de agosto. El Valencia CF afronta la transición entre ambas temporadas con mucho trabajo por delante, en lo económico y en lo deportivo. A la máxima ilusión por la llegada de José Bordalás al club de Mestalla, se une también la necesidad por las apreturas económicas, agravadas en gran medida por la crisis derivada de la pandemia. El objetivo antes del 30 de junio era el de cuadrar las cuentas para no cerrar con pérdidas el ejercicio económico. ¿La fórmula? A través de venta de jugadores pero el club de Mestalla asume desde hace semanas que esto no será posible ya que el mercado está totalmente parado y ningún club compra jugadores en estos momentos. La celebración de la Eurocopa ha dilatado los tiempos y provocará que las operaciones de compraventa de jugadores se extiendan en el tiempo. Ante estos, la gran mayoría de clubes asume que deberán cerrar con pérdidas y compensar en el siguiente ejercicio, además de ver cómo el coste de plantilla puede verse reducido.

Por otro lado, en la vertiente deportiva, una vez se estrene el mercado, el Valencia CF buscará la forma posible de incorporar los refuerzos que el técnico demanda para que el equipo sea competitivo y que cubra las carencias que tiene. La dirección deportiva del club de Mestalla trabaja a destajo pero por el momento, sin capacidad de maniobra para realizar fichajes. Primero habrá que vender para traer nuevos jugadores. A partir de ahí, cuando el Valencia CF pueda fichar, la intención es que llegue, al menos, un refuerzo en cada línea, sino llegan más jugadores si la situación lo permite.