El fichaje que se sacó Bordalás de la chistera y que desahoga al Valencia
Tras fichar este verano José Bordalás como nuevo entrenador del Valencia CF, el técnico solicitó como una de las incorporaciones más necesarias la de un mediocentro defensivo y en concreto la del uruguayo Mauro Aramabarri, a quien había dirigido en las últimas campañas en el Getafe, pero mientras lo esperaba y ante la falta de efectivos, tomó la decisión provisional de reconvertir al central Hugo Guillamón a esa posición, un parche que cada vez parece más una solución de presente y futuro.
Pese a la llegada de cinco caras nuevas a la plantilla, ninguna fue para cubrir la posición solicitada por Bordalás, una coyuntura que el internacional sub-21 está aprovechando cada jornada para crecer en la posición de 6, dorsal que precisamente eligió en lugar del 4 inicialmente previsto, para corroborar su firme decisión de hacerse fuerte en su nueva posición en el centro del campo.
Hugo Guillamón debutó como central en el Valencia y destacó por su salida de balón y sus condiciones técnicas, unas características que Bordalás observó como idóneas para reubicarlo en la medular y así conjugar sus condiciones defensivas con el buen trato del balón.
Al joven futbolista de 21 años se le había achacado por parte de algunos técnicos que era un central 'bajito' con sus 178 centímetros en un fútbol en el que cada vez predominan más los centrales de gran envergadura, como sus propios compañeros Gabriel Paulista y Omar Alderete, quienes, con 187 y 188 centímetros respectivamente, conforman el eje titular de la defensa valencianista.
No pudo empezar peor la temporada para Guillamón que en la primera jornada fue expulsado, cuando apenas se había cumplido un minuto de juego del partido ante el Getafe en Mestalla, y tuvo que cumplir un partido de sanción en la segunda frente al Granada.
Pese a ello, Bordalás no le retiró la confianza y apostó de nuevo por él como titular ante el Alavés y repitió la pasada jornada frente al Osasuna. En ambos encuentros, el jugador valenciano recuperó por la vía rápida la credibilidad.
La proximidad de Hugo con los centrales ha permitido al Valencia poder sacar con precisión el balón a zonas ofensivas
Al margen de su labor de recuperación en la medular, la presencia de Hugo en la proximidad de los centrales ha permitido al Valencia poder sacar con precisión el balón a zonas ofensivas. Sus numerosos desplazamientos largos en diagonal permitieron a su equipo romper la línea de presión del rival y habilitar a los jugadores rápidos de banda tal y como se pudo apreciar ante el Osasuna.
Guillamón, un pilar que también acaba en 2023
A la espera de lo que pueda suceder en el mercado invernal, Guillamón tiene la oportunidad ante sí de crecer en su nueva posición, corroborar las buenas sensaciones ofrecidas y confirmar que lo que pudo comenzar como una solución provisional, se convierte en una solución no solo de presente sino de futuro.
De esta forma se uniría a José Luis Gayà y Carlos Soler como futbolistas salidos de la cantera que se convierten en pilares y referentes de un Valencia que ha ofrecido buenas sensaciones en el tramo inicial del campeonato.
Como estos, además, comparte situación contractual pues acaba en 2023, por lo que el verano próximo, el club debería ya sentarse a negociar su renovación. Su cláusula de rescisión es de 80 millones de euros.
Bueno no quiero ser ventajista y tampoco entreno..pero para lo poco que se de fútbol y viendo el fichaje de Alderete y como maneja el balón Hugo Guillamon.Me alegro enormemente que Bordalás piense lo que yo pensé. Primero por el chaval;segundo por el VCF y último por ver que igual entiendo algo de fútbol.
En muchos medios se le ha llamado Pep Bordalàs. Y no estaría mal que se dijera de él que es valenciano. Lo fe alicantino suena a reminiscencias pasadas.
Ole ole amunt
El entrenador del Valencia CF se llama JOSÉ BORDALÁS, nada de Pepe señor periodista.
El entrenador del Valencia CF se llama JOSÉ BORDALÁS, nada de Pepe señor periodista.