Pensaba escribir esta columna después de que acabara el partidazo entre el Valencia CF y el Real Madrid, pero la emoción a flor de piel por el ambientazo en los aledaños y una deuda de honor me hicieron ponerme cara al teclado antes de tiempo.
Antes había alucinado con la afición, con los miles de valencianistas emocionados -y respetando poco las medidas de distancia interpersonal, todo sea dicho de paso- pero felices por entonar de nuevo sus himnos, abrazándose a los correligionarios que comparten una misma pasión por el Valencia CF.
Sentado ya en mi pupitre (en la foto cómo veo el fútbol yo en Mestalla) llegó Álex, ahora ya sé su nombre. Hacía meses, más de un año que no lo veía. Álex es el empleado del club que siempre me trae las alineaciones a Mestalla, al pupitre de prensa en anfiteatro. Hasta hoy nunca nos habíamos saludado tan afectuosamente. Yo, por mi trabajo sí que he ido viniendo a un Mestalla fantasmagórico y vacío pero él, "como no había afición no me tocaba venir" me explicó
Le pregunté su nombre, nos estrechamos las manos y me confesó que él sí me seguía y conocía el mío. Me sentí avergonzado y le prometí que le seguiría. Espero su mensaje para ello.
El caso es que por ellos, por Álex, por volvernos a vernos juntos, por empezar a recuperar la normalidad, el Valencia CF-Real Madrid ya fue una victoria en sí mismo.
Son detalles como que el Valencia CF felicite al un tuitero recientemente fallecido @Arias4ever a través del vídeo marcador y por megafonía que a buen seguro que antes de la pandemia no hubiéramos visto o no les habríamos dado la importancia que ahora tienen.
Gran ambiente en Mestalla durante la previa del #ValenciaRealMadrid. ¡Hay ganas de fútbol! pic.twitter.com/MeS1BUDC51
— ElDesmarque VCF (@ElDesmarque_VCF) September 19, 2021
El caso es que por ellos, por Álex, por volvernos a vernos juntos, por empezar a recuperar la normalidad, el Valencia CF-Real Madrid ya fue una victoria en sí mismo. Volver a sentir la cercanía de la afición, la humanidad en sí misma con sus virtudes y sus defectos te hace que priorices las cosas importantes que tiene la vida. Saludar a Álex, conocerle, estrecharnos las manos y prometernos que nos seguiremos fue lo más bonito que me pudo pasar. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia