El plan de futuro que dibuja Anil Murthy para el club en el extranjero sigue basado en las ventas de jugadores para poder fichar, el estadio y la cantera. Además, el Valencia CF debe acometer infinidad de gestiones en un verano marcado por tres situaciones de mercado distintas. El hecho es que se avecina un verano complicado y de mucho movimiento en los despachos del Valencia CF. El club de Mestalla tendrá que gestionar diversas cuestiones contractuales además de rastrear el mercado de fichajes en busca de nuevos futbolistas que refuercen la plantilla. En ese sentido, tal y como se dice comúnmente, hay que dejar salir para poder entrar. Y es que los de Bordalás tienen varias situaciones particulares. Futbolistas en propiedad que están cedidos en otros clubes, cedidos con intención de fichar, jugadores que terminan contrato y no van a renovar y muchos pesos pesados que entrarán en su último año de contrato. Con este escenario, el Valencia deberá empezar a abordar todas estas cuestiones lo antes posible y sabiendo, como dijo su presidente este martes que "en el contexto actual la idea de aferrarse a jugadores no es lo correcto. (...) Tienes que mirar, no solo a los números, sino también a re-equilibrar tu equipo. Sabes qué nuevos jugadores están surgiendo y tienes un límite de equipo de 25 y necesitas vender para comprar".
Bajo ese prisma, en ElDesmarque Valencia repasamos lo que va a ser un auténtico rompecabezas para el verano en el Valencia.
El único futbolista que termina su vinculación contractual con los blanquinegros en junio de este año es Denis Cheryshev. El atacante ruso ha sido muy intermitente a las órdenes de Bordalás y el Valencia no tiene intención de ofrecerle una prolongación en su contrato. En ese sentido, Cheryshev jugará con los de Mestalla hasta que concluya la presente campaña y, después, buscará un nuevo destino aunque legalmente ya es libre de negociar su futuro.
El Valencia CF tiene a tres futbolistas jóvenes cedidos en otros conjuntos. El que tiene más posibilidades de ganarse un puesto, aunque son remotas, es Manu Vallejo. El de Chiclana no ha convencido hasta ahora a Bordalás y salió cedido al Deportivo Alavés en el mercado de enero. Tiene contrato hasta 2024 pero todo parece indicar que el club le buscará una salida para hacer caja.
Situación muy parecida la que tienen Jorge Saenz y Cristian Rivero. Ambos están vinculados al murciélago hasta 2024 pero no cuentan en los planes del mismo. El primero encadena varias cesiones sin éxito y el segundo era el cuatro portero esta temporada. Con Saenz hay esperanzas en que pueda irrumpir, por fin, en su cesión al Mirandés. Rivero, en cambio, no ha empezado de la mejor forma posible con el Alcorcón.
Retener a Bryan Gil es un sueño para el Valencia y una quimera. Primero, por el sueldo que cobra y lo segundo porque el precio de salida por su traspaso es inaccesible para los de Mestalla. De hecho, como ya desveló este medio, el Tottenham no quiso poner una opción de compra por ser demasiado elevada. Por eso, el club sabe que lo de Bryan es una cuestión de química, de piel, que si hay una opción remota es que el jugador quiera seguir en Mestalla porque es feliz, y entonces renegociar otra cesión.
Con Ilaix Moriba es pronto para saber qué puede suceder. De momento tiene que acoplarse al sistema, al club y en verano ver qué quiere hacer su club pero no está descartada una segunda cesión, esta vez, de un año.
Entre los que llegaron el verano pasado, hay dos nombres que, salvo sorpresa, serán propiedad del Valencia la temporada que viene. Hugo Duro y Alderete han encajado a la perfección en la ciudad y en el sistema de Bodalás. Su bajo precio (cuatro y siete millones y medio) hacen que sus fichajes sean cuestión de estado. El club tiene intención de oficializarlo lo antes posible viendo la predisposición de ambos futbolistas.
En cambio, Hélder Costa tiene muy complicado quedarse. Su alto precio (20 millones) y su pobre rendimiento hacen casi imposible su fichaje.
El miedo de cualquier club. Si el umbral en el que empiezan a temblar los dirigentes de un equipo de fútbol está marcado en el último año y medio de contrato, si solo tienen 365 días por delante el temor es todavía mayor. Y en ese sentido el Valencia CF tiene a muchos asalariados en esa situación que, en varios casos, se tratan de pesos pesados del vestuario.
Si lo de Cristian Rivero ya es un problema para los de Mestalla, tanto Jaume como Cillessen entran en su último año de contrato a partir de junio. Anil Murthy y la secretaría técnica tendrán que tomar más de una decisión para recomponer la portería teniendo en cuenta la irrupción de Giorgi Mamardashvili.
La defensa también puede ser un problema. Diakhaby, Gayà y Lato no han renovado todavía. El de Pedreguer es una de las prioridades de la dirección deportiva, del club y de la afición. Es el capitán del equipo y siempre ha manifestado que quiere seguir. Sin embargo, el tiempo pasa y la renovación sigue sin llegar, pero tal y como ha venido informando ElDesmarque, las negociaciones avanzan lentamente pero avanzan. El club va a hacer un esfuerzo dentro de sus posibilidades ofreciéndoles un contrato amplio y superando el límite salaria. De los otros dos futbolistas no hay noticias.
Otros dos referentes del valencianismo que peligran son Guillamón y Soler. De las tres renovaciones más importantes, la del '6' es la mejor encarrilada y es cuestión de tiempo que se anuncie. Por otro lado, como es lógico, Carlos Soler quiere obtener una mejora considerable en sus condiciones económicas respecto a lo que percibe en la actualidad. Es ahí donde existe mayor problema, pues el Valencia CF pretende fijar un límite salarial del que ya está próximo Soler por lo que, según lo que tiene en mente el club de Mestalla, no implicaría una gran subida para el '10', todo y que podría superar los 3 millones de euros netos por temporada.
Y por último, Gonçalo Guedes. El atacante portugués también tiene poco más de año y medio de contrato por delante y, si no renueva antes, peligrará su continuidad en verano. Acaba en 2024, pero siempre estuvo en el mercado, tal y como ha reconocido el propio Anil Murthy. El caso es que Guedes ha vuelto a su mejor nivel a las órdenes de Bordalás y su felicidad es la de todo el valencianismo. Sin embargo, si no renueva, es uno de los futbolistas por los que el Valencia puede hacer mucha caja. El luso es indiscutible ahora mismo y el técnico alicantino cuenta con él.
El mercado es caprichoso y todo puede suceder. Lo que está claro es que, a falta de varios meses para que llegue el mercado de fichajes, el Valencia ya tiene mucho trabajo y muchas cuestiones que abordar antes de que este de comienzo.
Con la directiva que tenemos hemos dejado de ser un club atractivo y ambicioso para muchos futbolista, el equipo se desangra, éste equipo no puede estar en manos de economistas incompetentes, el único proyecto a todas luces es no descender y intentar cuadrar caja, una pena porque están jugando con los sentimientos de muchos valencianos, triste muy triste.
Con la directiva que tenemos hemos dejado de ser un club atractivo y ambicioso para muchos futbolista, el equipo se desangra, éste equipo no puede estar en manos de economistas incompetentes, el único proyecto a todas luces es no descender y intentar cuadrar caja, una pena porque están jugando con los sentimientos de muchos valencianos, triste muy triste.
Hay que vender para poder fichar, eso se puede llegar a entender, pero también se deben traer jugadores consensuados entre una buena secretaría técnica y el entrenador, teniendo en cuenta las necesidades de la plantilla, y eso es precisamente lo que no se ha hecho los últimos años, y por eso el equipo está cojo en algunas posiciones, lo que lo debilita. Es una pena, porque creo sinceramente que hay muy buenos jugadores, pero el once siempre anda descompensado en algunas posiciones clave, y por eso no avanza. Esta es la realidad presente, y mucho me temo que futura, donde priorizarán los números de Meriton por encima del sentido común...