Los audios y la manifestación, la gota que colmó la paciencia de Peter Lim con Anil Murthy
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La lógica incomprensible de Peter Lim
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Anil Murthy sobre Peter Lim: "Es un aficionado, yo quería vender a Guedes, Maxi... él me dijo que no"
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Si Peter Lim es un aficionado de verdad tiene que tomar decisiones urgentes o vender
Los motivos de la fulminante destitución de Anil Murthy, desde su gesto mandando callar a Mestalla hasta los audios poniendo en solfa a las instituciones. El Consejo lo ha destituido para recuperar los puentes con la sociedad valenciana. Peter Lim quiere recuperar su imagen de cara al valencianismo y esta pasaba por cargarse al presidente como se le ha venido reclamando desde los distintos sectores de la sociedad: afición, medios de comunicación y políticos.
"Peter Lim es un aficionado. Ese es mi problema. Es un aficionado" "¿Un hoolligan", le pregunta uno de los empresarios que comen con él y contesta. "Es un aficionado. Yo quería vender a Guedes, Maxi... él me dijo que no. Cuando el otro día perdimos (debe referirse a la final de Copa) no tengo ningún mensaje de Lim", asegura el presidente del València. En ese punto se corta el audio y según Superdeporte, aunque.es ininteligible, podría decir que está "senil", pero también se puede entender "es un aficionado, está herido", pero en el fondo da igual ahí se terminó la andadura de Anil Murthy como presidente del club. Ahí o, cuando en los audios desvelados por el diario Superderporte, se le escuchaba hablar de la renovación de Carlos Soler (si quiere irse gratis le mando a la prensa), y de desvelar que va a llevar a la Generalitat a juicio por el Nuevo Estadio o que no piensa gastarse más de lo previsto en el polideportivo.
Contra todo pronóstico, Peter Lim ha decidido aplicar la lógica y tener un gesto con la afición y la clase política al cargarse de forma fulminante a Anil Murthy, y culminar un proceso de desafección social inexorable que empezó el 23 de febrero de 2021, cuando Anil Murthy mandó callar a Mestalla, y que se completó hace ocho días con una multitudinaria manifestación a las puertas de Mestalla en la que varios miles de aficionados prefirieron quedarse fuera antes de entrar para protestar por la gestión.
Peter Lim quiere recuperar su imagen de cara al valencianismo y esta pasaba por cargarse al presidente Anil Murthy como se le ha venido reclamando desde los distintos sectores de la sociedad: afición, medios de comunicación y políticos.
Entre medias, un año con las redes sociales capadas y un constante distanciamiento con las peñas, con la afición y con la clase política que, de forma unánime, ha mostrado su disconformidad con la gestión de un Murthy que el 1 de julio habría cumplido cinco años como presidente.
La gota de la paciencia de Peter Lim ha sido un comunicado demoledor en el que "valora la importancia de una estrecha relación entre el Club, la sociedad, la afición, las autoridades gubernamentales, los medios de comunicación y demás actores vinculados al Valencia CF", puentes que había dinamitado Anil Murthy en los últimos años.
Peter Lim ha tomado la primera decisión que se le demandaba, actuando al fin como un "aficioando" de verdad. Anil Murthy no podía ser la cabeza visible del club ni un día más. Los audios, aunque en un ámbito privado le retrataban. La mujer del César no solo debe ser honrada, debe parecerlo. Un presidente, en la mira de todos desde que mandó callar a un estadio, no puede hablar del club, de los políticos, de los jugadores emblema y de la sociedad valenciana con ese desdén aunque esté en privado y en una comida con desconocidos.
La imagen del expresidente públicamente no sólo estaba quemada, estaba carbonizada, amortizada. Tanto es así que la idea de poner un portavoz con sentiment que no sea singapurense llega quizá demasiado tarde.
La imagen del expresidente públicamente no sólo estaba quemada, estaba carbonizada, amortizada. Tanto es así que la idea de poner un portavoz con sentiment que no sea singapurense llega quizá demasiado tarde. Lim puede tener un encargado de su negocio de su máxima confianza en España, pero el Valencia CF ahora y siempre merecía mucho más en su palco. Merecía ante todo empatía.
De momento, el primer paso está dado, ahora falta saber si habrá un cambio real en la política de la entidad y en las relaciones del club con la sociedad o simplemente es una lavada de cara. La planificación de la próxima temporada, el Nuevo Estadio y la recuperación económica de la entidad están en juego.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en València