Inaugurar el Nou Mestalla con 70.000 espectadores implicaría un cambio de concepto y de proyecto

Hacer un Nou Mestalla de 70.000 espectadores implicaría un cambio de concepto y de proyecto incluso teniendo que sacrificar parte del icónico anillo central, consideran los técnicos del Valencia.

Antes, durante y después de que se fragüe la candidatura de Valencia al Mundial de 2030 con el Nou Mestalla a la cabeza (cosa que sucederá este viernes) se debate entre el Valencia CF y el Ayuntamiento sobre qué convenio y qué estadio debe construirse. Uno de los principales escollos es el aforo. El convenio de 2015 especificaba que el aforo debía tener 70.000 espectadores pero la realidad es que, el proyecto presentado el pasado 26 de julio contemplaba un aforo de 66.000 espectadores ampliable a esa cifra si la ocasión lo requería.

El alcalde de València, Joan Ribó, se reunió el pasado 7 de julio con Lay Hoon, representante del máximo accionista del València CF, y con el director de operaciones del club, Christian Schneider, para llegar a un acuerdo para desbloquear la construcción del nuevo Mestalla. El compromiso era que acabar el nuevo Mestalla para la temporada 2025/2026 con un aforo de 66.000 personas, ampliables hasta las 70.000 cuando hiciera falta, en un plazo máximo de cinco meses; a pagar el polideportivo, a acabar el estadio para 2025 con cubierta solar. Todos los acuerdos de este encuentro tenían que concretarse en un documento, que se estudiará detenidamente con las Concejalías de Actividades y de Urbanismo para desbloquear el asunto e informar a la Generalitat para que pueda mantener las garantías de la ATE y reanudar las obras. Los técnicos se reunieron el pasado 16 de septiembre y deben entregar un nuevo convenio la próxima semana para que el club sepa a qué atenerse.

En estas semanas, el alcalde Joan Ribó se ha mostrado más flexible con la cifra de 66.000 pero la vicealcaldesa Sandra Gómez ha sido inamovible en los 70.000.

El aforo del Nou Mestalla

La cuestión por tanto es ¿cuál es el problema en pasar de 66.000 a 70.000, ya que una diferencia tan nimia no debería ser motivo para paralizar el asunto?

Preguntado el asunto al Valencia, el club esgrime que los motivos principales de ese aforo de 66.000 eran dos: acoplarlo a la asistencia real que acude a Mestalla cada domingo, y confeccionar un estadio icónico, diferente, con un segundo anillo que lo hiciera distinto a cualquier otro.  Las posturas en ese sentido siguen distantes y, tal y como ha podido saber ElDesmarque Valencia, el club debería transformar por completo el estadio presentado si debe construirlo con 70.000 desde el principio.

Según explican fuentes conocedoras del proyecto, el problema de ampliar el aforo a 70.000 espectadores, no es tanto un tema de espacio o manía persecutoria por parte del Valencia, sino un problema de concepto. El proyecto que el Valencia presentó el pasado 26 de julio tenía como punto más y icónico contaba con un anillo central con terrazas que aprovecharan la buena climatología de Valencia para que el Nou Mestalla estuviera vivo 365 días al año. Es una zona inspirada en la climatología de la ciudad y en la cultura mediterránea y se fundamenta en tres pilares estratégicos: experiencia memorable adaptada al estilo de vida mediterráneo, conectividad e innovación, y hospitalidad. Si tuviera que insertar más asientos, ese segundo anillo debería reducirse, rediseñarse o, incluso, desaparecer

Pasar a 70.000 asientos en cinco meses

Ese anillo contempla la presencia de restaurantes, bares y lugares de ocio diversos donde los espectadores no solo vayan a ver el fútbol el día de partido, sino también puedan acudir cualquier día de la semana y tengan un doble uso: de ocio de restauración y ocio y además puedan ver el fútbol cuando proceda. Ese diseño de la zona central implica que solo se contemple la presencia de alrededor de unos 7.000 asientos, y si el Valencia tuviera que ampliar su aforo hasta los 70.000, como en efecto estaba reflejados en los convenios anteriores y la ATE y el arte debería rediseñar, renunciar, cambiar, inventarse un nuevo de estadio, un nuevo proyecto perdiendo el concepto de campo que hay ahora planteado.

Se puede hacer de forma puntual, para un evento concreto, añadiendo asientos en ese anillo central (estaría listo en 5 meses) tapando la salida de esos puntos de ocio al campo. Una vez pasado el evento que requiriera más de 66.000 asientos, después habría que decidir si se vuelven a quitar o se mantienen, explican a este medio fuentes conocedoras del proyecto.

Acuerdo que sean 60.000 netos para el Mundial

Entretanto, la Generalitat, el Ayuntamiento de València, la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana y el Valencia CF sellaron el lunes de la semana pasada un acuerdo para que la capital valenciana opte a formar parte de la candidatura conjunta de España y Portugal para el Mundial 2030 con un Nou Mestalla que tendría, al menos para el torneo, más de sesenta mil asientos netos para poder acoger las semifinales del torneo a las que se aspira. Era la reunión definitiva y todas las partes se han puesto de acuerdo para firmar una candidatura con un Nou Mestalla que albergue 60.000 asientos netos (es decir, con visibilidad y después de los recortes que aplica la FIFA restando espacios de seguridad, televisión y demás que se calcula entre un 5 y un 10%). Es decir, el Valencia se ha comprometido a que su campo tenga al menos 60.000 asientos libres y con buena visibilidad, por lo que el aforo de 66.000 podría quedarse justo y deberá irse hasta algo más para restándole ese porcentaje de asientos que la FIFA descuenta por falta por visibilidad, estar siempre por encima de esos 60.000 que requiere una semifinal o unos cuartos de un Mundial.