Peter Lim fía a Layhoon lavar su imagen tras ocho años de desconexión
Peter Lim cumple ocho años como propietario del Valencia tratando de mejorar la imagen que arrastró por el suelo sus gestos y Anil Murthy
Peter Lim, máximo accionista del Valencia CF, cumple este lunes ocho años de su triunfal desembarco en el club con un baño de multitudes en un encuentro de LaLiga Santander ante el Elche, aunque la afección desmedida de aquella tarde perdió gas con rapidez para alcanzar muy pronto un estado de desconexión total entre el dirigente singapurense por un lado y el valencianismo y la sociedad valenciana, por otro.
El alejamiento que no hace más que crecer entre Lim y la afición no sólo es físico, al residir el dirigente en Singapur y haber pasado por Valencia tan solo en contadas ocasiones, sino que algunos de los integrantes de su equipo como el expresidente Anil Murthy han realizado esfuerzos notorios para que aumentaran las distancias a partir de su gestión y sus pronunciamientos.
Layhoon Chan, Gattuso la última apuesta de Lim
Es cierto, por otra parte, que la presencia de Layhoon Chan como presidenta del club en una primera etapa previa a la de Murthy y también en la actual, tras su regreso este verano, ha atemperado la relación de la entidad con el entorno dado que sus formas han sido más cuidadosas que las del Murthy, a pesar de ser éste diplomático de profesión. Eso, con la aparición en escena de Gattuso y la famosa foto de Singapur tratan de regresar al punto inicial de la relación, pero parece imposible.
La llegada de Lim fue acogida con recelo por un sector del valencianismo, con entusiasmo, por otro, y con escepticismo por una mayoría deseosa de que la compra de la mayoría accionarial por su parte sirviera para que la entidad reflotara económicamente y, en consecuencia, crear un escenario propicio para mejorar a nivel deportivo. No ha sido así.
Durante los años que lleva en manos de Lim, el Valencia no ha mejorado ni deportiva, ni social, ni económicamente, los tres pilares sustanciales sobre los que debería para funcionar mejor una entidad, cuyo perfil es mucho más bajo que el que ofrecía en octubre de 2014.
La Copa vs pérdida de potencial deportivo
A nivel deportivo destaca la Copa del Rey obtenida en 2019 como hito más destacado de la mano de Marcelino García Toral, el único de la decena de técnicos que ha tenido el Valencia en este periodo que ha calado entre la afición y al que sólo se le parece Gennaro Gatusso, el entrenador actual, que ha entrado con buen pie entre la afición, aunque todavía es pronto para valor su trabajo.
Durante este tiempo, el Valencia ha dejado de ser un equipo habitual en la UEFA Champions League para convertirse, en el mejor de los casos, en asiduo de la zona media de la tabla de la Liga española, lo que no le ha dado ni para disputar el tercer torneo continental, la Liga Conferencia, ya que sus plantillas han sido más discretas que las previas al aterrizaje del empresario de Singapur.
El Valencia ha dejado de ser un equipo habitual en la UEFA Champions League para convertirse, en el mejor de los casos, en asiduo de la zona media de la tabla de la Liga española,
Sin inversión en la plantilla, el equipo se ha resentido, pero otras cuestiones fundamentales tampoco se han resuelto. La más llamativa es la de la conclusión de las obras del nuevo Mestalla unida a la venta de las parcelas de actual campo. El asunto ha pasado en el último año y medio a la primera línea de la actualidad en el ámbito de la política local y autonómica.
Con Murthy como protagonista, el desencuentro con las instituciones como consecuencia de la pasividad del club en este asunto está presente en la vida pública de la ciudad, en cuyo horizonte han parecido en las últimas semanas las urgencias por reanudar las obras en el contexto de las opciones de Valencia de ser sede del Mundial de 2030 al que aspiran España y Portugal con la participación de Ucrania.
El club ha vivido y vive al margen de una sociedad que durante casi un siglo lo ha considerado suyo y que ahora no entiende, por ejemplo, que tratar de ganar títulos no sea una prioridad para el máximo accionista, ni los motivos por los que su relación con el entorno no es diáfana
Todo ello sin olvidar los desaires que, sobre todo Anil Murthy, ha tenido con el valencianismo, los representantes públicos, peñistas y aficionados más jóvenes, así como la falta de criterio a la hora de diseñar un proyecto futbolístico con aspiraciones, excepto en la etapa de Mateu Alemany como director deportivo con Marcelino como entrenador.
Consecuencia de todo ello ha sido la creación de grupos de oposición a la trayectoria de Lim, las manifestaciones de los aficionados en la calle y el cántico recurrente para que abandone la entidad que se escucha en el minuto 19 de cada uno de los encuentros que se disputan en Mestalla. En cualquier caso, sus intenciones y planes de futuro, si es que los tiene, son una incógnita.
Peter Lim, un secreto a voces
Hace ocho años se confirmaba un secreto a voces, el Valencia CF sería adquirido por Peter Lim. Después de un largo proceso de venta, la afición recibió por todo lo alto al magnate bajo la promesa de acabar el estadio, solucionar los problemas económicos de la entidad y confeccionar un equipo que luchara por todo. Con Gattuso el aspecto deportivo parece que quiere repuntar tras tres años seguidos de caída de aspiraciones. Paralelamente, se siguen sin solucionar los problemas económicos y con las obras del Nuevo Mestalla paralizadas, todo y que desde la aparición del fondo CVC, el club se haya visto forzado a reactivar el asunto
La desafección llegó a su punto álgido este verano
La popularidad de Peter Lim era una montaña rusa en el Valencia CF. Comenzó por todo lo alto, la primera temporada fue la soñada. Sus fichajes de la mano de Mendes, más allá de Negredo y Enzo, no desentonaron, Nuno era un ídolo, venía de forma asidua a Mestalla y la gran mayoría veía un proyecto en crecimiento. De ahí a su primera oleada de despidos y sus primeros fracasos deportivos. Dos años peleando por no descender, siendo noticia por los malos resultados y con un club a la deriva. Llegó Mateu Alemany, llegaron los hombres de fútbol y llegaron los resultados y el único título de los blanquinegros con Lim como máximo accionista pero sin celebrarlo con la hinchada
Pero dicen que el hombre es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra. Y en el momento en el que gozaba de una mejor imagen en la ciudad desde sus primeros días en la entidad, decidió volver a tirar a la basura un proyecto que funcionaba despidiendo a Marcelino y forzando la llegad de Mateu. Desde entonces ya no hay montaña rusa, su popularidad va en picado y siempre son aquellos que piden que se marche del Valencia CF los que más se hacen notar.
Así se mantuvo y ha crecido por momentos, en especial en los últimos meses de la presidencia de Anil Murthy y los famosos audios poniendo en tela de juicio todos los pilares básicos de relación con la sociedad valenciana y los intereses que forzaron a su despido y a la apuesta de Layhoon, a quien fía Peter Lim su regreso a ciertos cauces de normalidad social y deportiva. El club ha vivido al margen de una sociedad que durante casi un siglo lo ha considerado suyo y que ahora no asume la situación de empobrecimiento deportivo, alejamiento social y que se mantenga la crisis económica cuando la llegada de Lim fue calificada por salvo como la mayor transacción del fútbol mundial.