Gattuso, un papá noel con barba cana

Son tiempos los de Navidad para la reflexión, celebrar la vida, estar en familia y hacemos el balance de lo bueno y malo como dice la famosa canción de Mecano. En el Valencia CF, como en botica, hubo de todo. Momentos jodidos como la final de Copa del Rey, otros fascinantes como cuando pude al fin pisar las obras de Nou Mestalla y algunos esperanzadores. En esta época es momento de acordarse de los que nos ayudaron y a los que ayudamos y si hay un tipo que me ha marcado especialmente en 2022 es Gennaro Gattuso. Al futbolista no había que conocerlo, al entrenador tocaba estudiarlo y a la persona toca, al menos así lo creo yo, idolatrarlo.

No me avergüenzo en reconocer públicamente que el italiano me tiene ganadísimo para su causa. Todo lo que le he visto hacer, en términos profesionales y personales, está impregnado de una pátina de autoridad moral, de saber estar y conocer el terreno que pisa que es alucinante. Gattuso ha impactado en el Valencia y ha empezado a cambiar por dentro, a modo de vacuna regeneradora, todos y cada uno de los departamentos con los que colabora. El italiano curra, empatiza, y te gana en las distancias cortas, en las largas y en las intermedias. Es divertido, -el guiño salut i força al canut del brindis con la prensa es mortal- y natural. Lo que ves, es lo que es. Por eso, cuando le preguntan no se calla nada. Tomando una copa de cava con nosotros no ocultaba que estaba enfadado. por perder ante el AZ Alkmaar, al igual que hablaba con "sinceridad" de los refuerzos que necesitan (vídeo superior) pero que si los jugadores que les ofrecen no vienen a mejorar lo que hay, pues nada.

En ese amistoso ante el AZ Alkmaar tuve la fortuna de verlo en acción de cerca. Cómo grita, cómo anima a sus jugadores y cómo incluso les llega a decir hasta dónde deben dar los pases es un espectáculo. Después, en persona, aún es más cercano si cabe y, en su trabajo, cuentan los que le conocen que es incansable y que siempre está pensando en fútbol.

Gattuso lo ha sido todo en el mundo del fútbol y podría permitirse el lujo de ser soberbio y altanero pero, más bien, parece todo lo contrario. Es comprensible con la situación económica del club, empático con las dificultades de Corona para encontrar fichajes o cedidos de bajo costo y siempre, siempre, siempre, está haciendo grupo y equipo. "Ojalá nos dure.muchos años", me decía un amigo de dentro del Valencia que nunca se ha caracterizado por su optimismo. Esa frase y esta época me hace afirmar sin temor a equivocarnos que Gattuso es nuestro Papá Noel pero con barba todavía cana. Así que, mi carta para él es que siga peleando por el proyecto del Valencia. Yo, a cambio, le prometo darle tiempo y paciencia para juzgarlo. Feliz semana y feliz comienzo de año.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com