Baraja usó toda su munición pero la polémica se impuso al doble lateral
-
Las declaraciones de Solís no han sentado nada bien: los árbitros plantean parar LaLiga
-
Las declaraciones de Javier Solís traen cola: denuncia a tres bandas
-
Baraja: "Pedimos un respeto, las decisiones de los árbitros nos nos han permitido poder sumar"
Rubén Baraja agita la coctelera pero el Valencia no tiene más. La derrota sufrida este pasado domingo en Mestalla (0-2) en el partido correspondiente a la jornada 29 de la Liga Santander lo demuestra. Un doble lateral por izquierda, una nueva formación, una revolución en el once... nada fue suficiente y todo es una condena. Lo parece acabar con diez por expulsión de Ilaix y a los mandos de Javi Guerra, aunque esta sea otra buena nueva procedente de la Academia. El Sevilla, rival hasta hace poco directo por la permanencia, ganó haciendo poco y pese a verse favorecido por la polémica arbitral.
Descartado un Nico que poco a poco vuelve, Baraja apostó por un esquema parecido al de Almería, pero con la diferencia de incluir un doble lateral en banda izquierda. Las bajas pedían un cambio y el 1-4-4-2 fue la respuesta del cuerpo técnico. En un encuentro bastante cerrado, el Sevilla sacó petróleo en sus llegadas al área y deja al Valencia a tres puntos más golaveraje de la salvación.
Baraja le da libertad a Castillejo y le condena el balón parado
Nadie en este Valencia es indiscutible salvo contadas excepciones y quizás por galones. Y es que los picos de rendimiento suceden en el plantel valencianista de manera muy esporádica. Samu Castillejo vive uno de ellos. Baraja le ubicó en zona interior con libertad para moverse por detrás de Cavani y le dio peso. Hasta que fue sustituido en la última ventana de sustituciones participó sin estar resolutivo, la más clara expresión de la negación ofensiva en la que residen Cavani, Yunus Musah o Hugo Duro, entre otros.
En este sentido, el malagueño se movió más en el perfil izquierdo del ataque. Junto a Almeida, Lato y Gayà construyeron las llegadas más peligrosas del cuadro valencianista en la primera mitad. En la segunda reinó el caos.
Como si nadie pudiera ponerle remedio a la vulnerabilidad de los locales, el conjunto hispalense aprovechó una de las pocas oportunidades del choque mediante un saque de esquina. Badé puso el primero arrollando a Yunus Musah. Doce goles encajados y muchos disgustos a balón parado.
Lino fue echado en falta: los cambios llegaron con el descontrol
El Valencia perdió el partido en el primer cuarto de hora de la segunda mitad. Aunque tuvo llegadas más por corazón que por cabeza, remontar es una cuenta pendiente desde hace año y medio y no iba a resolverse en un ambiente en plena ebullición. Del Cerro Grande se empeñó y para colmo, pasados los días, lo único que se lleva el club de todo ello es la pertinente sanción por hablar públicamente.
Lino fue por tercera vez suplente con Baraja. El brasileño fue el hombre doce y su entrada quedó sin impacto entre el enfado, el 0-2 del Sevilla y la desesperación de Mestalla que ve al Valencia más cerca de LaLiga Smartbank. La noche que comenzó con un doble lateral y la unión por la salvación acabó en tragedia.