Ojalá Peter Lim leyera a Lope de Vega y escuchara a Baraja: esto es amor por el Valencia CF

En el día del libro, pensando en la marea valencianista que viajó a Elche, en la angustia que vive la afición y en la lección que está dando cada semana y pensando el distanciamiento que Peter Lim muestra por el Valencia, recordé un soneto que escribió Lope de Vega a principios del siglo XVII en el que definía qué era para él el amor. En apenas 14 versos de otra maravillosa obra del autor dejaba frases tan profundas como las siguientes:

Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

Creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Baraja es un clásico y una leyenda del Valencia CF y, aunque no es Lope de Vega, está dejando frases en la sala de prensa que son auténticos mandamientos para el valencianismo. En la previa del partido, casi enfadado, demostraba su amor por los colores y por su afición. "Los únicos que están a la altura de la historia de este club son nuestros aficionados. Cuando ganábamos títulos y yo era jugador, estaban, cuando las cosas no van bien como ahora que estamos sufriendo, también están. Están siempre. Somos nosotros los que tenemos que demostrar que estamos a la altura da la afición".

Y es que, como escribía el gran Lope de Vega, sólo quien probó los sinsabores de la derrota, quien fue feliz en las buenas pero quien está ahora en las males sabe lo que es el amor por el Valencia. Eso es algo que no se compra con dinero, es algo que Peter Lim no tuvo y no quiso aprender.

En Elche la muestra de entrega de la hinchada hacia su equipo puso los pelos de punta al más pintado. Su aliento de apoyo y sus aullidos de crítica hacia el máximo accionista, retumban en cada rincón del planeta fútbol y les hacen granjearse el respeto y la admiración de todos los que la observamos.

La afición se lo había ganado todo hace mucho tiempo, pero ahora que vienen mal dadas, se merece además que la escuchen.

Por eso, volviendo a la realidad, la triste y dura realidad del presente, uno ya no aspira a que Peter Lim se marche, pero al menos desea que, hasta que decida irse y venda, deje el club en manos de profesionales del fútbol con AUTONOMÍA para tomar decisiones. Él ha demostrado tener poco o nada de amor por el Valencia CF y lo que es peor, nulo o escaso conocimiento de la materia futbolística y claro, el barco  zozobra y se va a pique como un milagro no lo remedie ("Aún no hemos hecho nada", recordaba de nuevo un sabio Baraja).

Por mal que pinte la cosa, jamás ningún valencianista dejaría a su Valencia atrás. Hoy en día es un equipo que provoca tristeza, dolor, angustia, insomnio e inapetencia. Y, pese a eso, unos 5.000 valencianistas convirtieron el Martínez Valero en un nuevo Mestalla. Porque, aunque a los que lo queremos, ver al Valencia en puestos de descenso nos suma en una depresión conjunta e infinita que no merecemos, sabemos que detrás hay 104 años de historia que avalan este sentimiento y somos conscientes de que nada ni nadie tiene derecho a maltratarlo o capacidad de cargárselo por muy máximo accionista que sea.

Ojalá Peter Lim leyera a Lope de Vega y escuchara a Baraja. Entonces sabría que esto es amor por el Valencia CF porque como dijo hace cuatrocientos años el Fénix de los Ingenios, quien lo probó lo sabe.  Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en València

dtorres@eldesmarque.com