Cuando llega la noche, dejen que seamos Baraja

Rubén Baraja será el entrenador del Valencia CF para la próxima temporada. El vallisoletano pasó de héroe a leyenda y ahora aspira a ser un mito. Los avales y sus exigencias para seguir están ya escritas (sus últimas alineaciones dejan clara su lista negra sin Cavani, Castillejo etc...) ahora falta lo más complicado que le den las herramientas necesarias para trabajar y que lo que ha ganado peleando con Corona respecto a certidumbre a la hora de tener una plantilla competitiva, compensada y en la que él pueda tomar parte de su confección, sea una realidad y no una entelequia o un ardid más de Peter Lim y Meriton.

Engañar a Baraja sería una prueba más de que les da igual absolutamente todo, al menos en Singapur. Porque Baraja para el valencianismo es mucho Baraja, no es un desconocido al que puedes usar como un pañuelo y luego deshacerte de él sin más. El entrenador vallisoletano es tan grande que ha logrado hasta introducir una frase en el lenguaje popular de la afición che. Si nuestros abuelos o padres sabían qué era un marcaje como el de Mangriñán, nadie de mi quinta (cuarenta y muchos) desconoce la frase y la respuesta que hay que dar cuando uno te dice: "Cuando llega la noche.." La seguidilla es clásica "Yo soy Baraja".

(Os dejo, en todo caso, el vídeo del famoso anuncio para refrescar mentes y agitar conciencias):

El caso es que aquella respuesta "Yo soy Baraja" encerraba una especie de reafirmación de uno mismo; de orgullo; de sentimiento de pertenencia al Valencia y de capacidad de prevalecer por encima de todo. Eso representa Baraja y eso es lo que ha tratado estos meses de hacer sentir a la afición, que no ha fallado en la lucha por la salvación, al equipo en el vestuario y ahora al club, a Meriton, a Peter Lim, pero también a Layhoon. (Sirva como prueba el vídeo de su última rueda de prensa en la parte superior de la columna)

Con el paso del tiempo no sé qué pudo convencer a Baraja para protagonizar tal icónico mensaje publicitario (enhorabuena al que lo pensó) pero dos décadas después sigue demostrando a propios y extraños que está capacitado para el reto porque su escala de valores valencianista no ha cambiado. Y eso, ése ADN, es un valor añadido y más en los tiempos que corren en los que el club se ha empequeñecido con la gestión de Peter Lim. Háganle caso señores gestores que, al final, Baraja lo que quiere es que todo el mundo sepa que el rey de la noche en los estadios de fútbol puede seguir siendo el murciélago. Baraja quiere que, cuando llega la noche, todos seamos Baraja. Déjennos serlo por favor. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com