No me toques Las Palmas que me conozco
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Dos errores en dos minutos echaron por traste el trabajo
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Es más día de aprender que de criticar con dureza
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El Valencia CF mereció algo más
El Valencia CF perdió ante la UD Las Palmas en el encuentro correspondiente a la Jornada 24 de LALIGA EA Sports. Los de Mestalla tenían el duelo controlado hasta el minuto 88 de partido. A la juventud le faltó suerte y madurez por eso no es día de tocar Las Palmas, pero tampoco para criticar con dureza. De los errores de juventud también se aprende. Y sí, Baraja está cansado de repetir a sus chicos que los encuentros duran 95 o 100 minutos pero deberá insistir en la lección. El técnico opinaba lo mismo minutos después en sala de prensa
Baraja ha dado tanto con la tecla que no le importa hacer cambios en cualquier línea de su once titular o tener bajas significativas. No le importa a su Valencia CF jugar contra un rival directo a domicilio o que este sea la revelación de la temporada. La chavalería de Baraja al ritmo de "Cuestión de Fe" de Natos y Waor se lo han creído y pueden con casi todo. Se han ganado vivir tranquilos en la última parte de la temporada. Soñar ahora con Europa no toca porque, como pasó este sábado en Las Palmas, no supieron madurar un partido tan soso que al descanso el colegiado apenas añadió 18 segundos.
Foulquier, con la potencia de un toro derrumbando barreras, y Pepelu probando goles a lo Pelé desde medio campo fueron lo mejor de un Valencia que no variaría su guión tras el descanso. Mucho trabajo, mucho joven corriendo y presionando y, aunque la noche no fue la del acierto ni de las ocasiones claras, sirvió para demostrar que estos jugadores van madurando con el paso de las semanas.
El Valencia CF aún le falta madurar
Los cambios de Baraja pretendían darle otro aire al equipo porque a Fran Pérez se le empezaba a hacer de noche y Amallah estaba renqueante. Entraron Canós, Peter Federico y Jesús Vázquez y permitieron llegar algo más al área rival pero no lo suficiente para superar a un Álvaro Vallés que, en una ocasión, salvó a su equipo.
Cuando el partido entró en la fase en la que no se debía jugar nada, Baraja sentó fundido a Hugo Duro y sacó a Alberto Marí y todo el trabajo se fue por la borda. Un gol de rebote que golpeó en Gayà y otro tras un traspiés con Giorgi Mamardashvili sentenciaron a un Valencia que mereció algo más.