El Valencia CF se va a la cárcel

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El Valencia CF reúne a estudiantes universitarios con 12 internos de la cárcel de Fontcalent
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También participaron tres del Hospital Psiquiátrico penitenciario
Mientras el primer equipo del Valencia CF sigue haciendo las delicias de sus aficionados con victorias como la lograda ante el Sevilla y goles épicos como el de Javi Guerra, otros departamentos del club siguen haciendo valencianismo a su manera. Así, la iniciativa de la Fundació VCF 'Escoles Cor Blanquinegre' ha reunido en la cárcel de Alicante recientemente en torno al fútbol a 8 estudiantes universitarios con 12 internos del Centro Penitenciario de Fontcalent y 3 del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent.
Los alumnos, de la Facultad de Actividad Física y Deporte de la Universidad de Alicante, junto con su vicedecano Juan Tortosa, fueron recibidos por el director del Centro, Santiago de las Heras, quien les explicó el funcionamiento del mismo.

Este encuentro se ha repetido con 14 estudiantes de la Universidad Miguel Hernández de Elche, suponiendo en poco espacio de tiempo el segundo torneo de estas características tras tres años de colaboración de la Fundació VCF con 'Escoles CB' en Fontcalent.
La Fundació VCF trabaja con un equipo en el CP de Fontcalent y con otro en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent, ambos entrenados por Cristian Castells y sumando un total de 25 jugadores.

De dónde nacen iniciativas como la visita a la cárcel
En octubre de 2015, el Valencia CF, a través de la Fundació VCF, puso en marcha la iniciativa Escoles COR Blanquinegre, una acción de responsabilidad social corporativa dirigida al profesorado de determinados centros escolares y de atención a menores, ubicados en barrios de Valencia y localidades de la provincia con un contexto social complicado.
Desde entonces, con entrenamientos semanales con un marcado perfil educativo, la Fundació VCF puso el Valencia CF a disposición de los responsables como herramienta formativa, social y deportiva para incentivar a los jóvenes en su día a día y ayudarles en su progreso personal, estudiantil y comunitario.
Hasta la fecha, ha sido cerca de 3.000 menores los beneficiados, llegando a trabajar hasta en 50 centros simultáneamente.