Támara Echegoyen: "Soñar es de valientes y yo sueño con una medalla de oro"
En 2012, tras el éxito del Match Race en el campo de regatas de Weymouth, Támara Echegoyen debió aceptar el fin de su andadura deportiva junto a Ángela Pumariega y Sofía Toro.
Lucía Santiago
Cuatro años después de los Juegos Olímpicos de Londres, en la antesala de la cita de Río de Janeiro, la gallega abraza con ilusión la posibilidad de triunfar en el 49er FX al lado de la cántabra Berta Betanzos. Juntas se impusieron en el último Campeonato del Mundo de la categoría, celebrado en Estados Unidos. Esto refuerza su favoritismo en Brasil, condición que no esquiva la pontevedresa.
"Siempre digo que soñar es de valientes y yo sueño con una medalla de oro", aseguró Támara Echegoyen en una entrevista a EFE.
Pregunta (P): Berta Betanzos y usted competirán en Río de Janeiro como las vigentes campeonas del mundo. ¿Ese resultado, además del bronce europeo, les permite acudir reforzadas tras un proceso largo y difícil de adaptación al 49er FX?
Respuesta (R): Creo que debemos llegar reforzadas porque lo que se demuestra es que podemos estar arriba, en los podios y luchar por los campeonatos. Somos conscientes, también, de que en esos dos campeonatos las condiciones nos favorecieron mucho y quizás en Río no nos las encontraremos. En cualquier caso, es una presión que hay que utilizar de la forma más positiva.
P: ¿Cómo ha sido su recorrido hasta el oro mundial?
R: El proceso es complicado por la complejidad del barco. Es bastante duro en condiciones de viento fuerte pero lo hemos hecho bastante bien, paso a paso. La evolución fue tan rápida porque desde el principio nos rodeamos de un buen equipo y teníamos claro qué era necesario para conseguir grandes resultados en poco tiempo.
Gracias a ello hemos conseguido adaptarnos primero entre nosotras, que es el primer paso, y luego con el barco.
P: ¿Le costó aceptar que, tras ganar la medalla de oro en los Juegos de Londres, debía cambiar de clase?
R: Psicológicamente no fue fácil. No es fácil venir de ganar unos Juegos Olímpicos y en el siguiente Mundial quedar de la mitad de la clasificación para abajo. No fue sencillo, sobre todo al principio, pero éramos conscientes de que un cambio necesitaba tiempo y horas de trabajo. Supimos gestionarlo bien, ser realistas y uno de los puntos fuertes es que siempre queremos aprender un poco más.
No nos fijamos solo en los resultados sino en el global. Por eso nos ha ido tan bien.
P: ¿Se ve obligada a volver a ganar?
R: Éste un equipo diferente. Londres se quedó allí, esa etapa se ha cerrado. En el momento en que decidí dejar el Match Race, la medalla de Londres se quedó en la casa de mi madre. Lo único que me da es experiencia para intentar conseguir otra en Río.
Siempre digo que soñar es de valientes y yo siempre he soñado con una medalla de oro. Ahora, también. Hay que verse para llegar.
Pero también somos conscientes de todo lo que tenemos que hacer para llegar a ello.
P: ¿Con qué momento se queda de estos años entrenando y compitiendo junto a Berta Betanzos?
R: El momento más emocionante fue cuando cruzamos la línea de llegada en el Campeonato del Mundo. Berta se giró y me dijo: 'No me lo creo, no me lo creo, somos campeonas del mundo'.
P: ¿Cómo reaccionaron sus rivales ante esa medalla de oro?
R: Nos ven de forma distinta, pero no sólo por el Mundial sino por la evolución que hemos tenido. Somos rivales a batir porque ellas así nos consideran pero la realidad es que hay muchos equipos con opciones de medalla. Tenemos una clase muy competitiva.