La atleta de Bielorrusia que temía sufrir represalias a su obligado regreso encuentra asilo político
La atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya, quien se negó a ser repatriada a Bielorrusia a la fuerza tras participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y se refugió en la Embajada de Polonia en Japón, puso rumbo este miércoles hacia este país europeo, que le ha ofrecido asilo.
Tsimanouskaya pidió protección a la policía del aeropuerto tokiota de Haneda el pasado lunes cuando, según su versión, el comité bielorruso trataba de hacerla regresar a la fuerza a su país en lo que ella calificó como "secuestro", y desde entonces se encontraba refugiada en la Embajada de Polonia en Japón.
El país centroeuropeo, que apoya a refugiados políticos bielorrusos y a la oposición democrática contra el régimen de Aleksander Lukashenko, fue el primero en ofrecerse a recibir a la atleta olímpica, mientras que el Comité Olímpico Internacional ha abierto una investigación para esclarecer el caso.
La deportista abandonó la Embajada de Polonia en la mañana de este miércoles y se dirigió al aeropuerto de Narita (Tokio) para embarcar en un vuelo hacia este país, según informaron los medios nipones.
En la víspera, el embajador de Polonia en Japón, Pawel Milewski, anunció que Tsimanouskaya "se encontraba bien" y "agradecida" por la ayuda recibida, además de preparando su viaje hacia ese país.
La atleta, que se ha distinguido por apoyar las protestas contra el régimen de Lukashenko y estar en contacto con la disidencia democrática de su país, temía sufrir represalias al regresar a Bielorrusia, según explicó en vídeos y mensajes difundidos por las redes sociales.
La velocista de 24 años tenía previsto participar en la carrera de 200 metros del pasado lunes, pero tras quejarse de haber sido obligada por Minsk a competir en otra carrera el pasado jueves fue acusada de carecer de "espíritu de equipo" y de haber perdido el "equilibrio psicológico y emocional", en la televisión pública de su país.
La deportista presentó el mismo lunes una solicitud urgente de medidas cautelares al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para que anulase la decisión de su comité de no dejarla participar en la prueba clasificatoria de los 200 metros, que fue desestimada porque "la atleta no pudo probar su caso" para obtener la aplicación de dichas medidas, según ese organismo.