El país en el que está prohibido hablar del coronavirus y llevar mascarilla
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En todo el mundo hemos visto curiosas medidas para luchar contra el coronavirus, algunas más acertadas que otras, pero ninguna situación es similar a lo que se vive en Turkmenistán. En esta exrepública soviética, el presidente ha decretado una sorprendente prevención ante el COVID-19: prohibir hablar de él.
La dictadura que vive el país de Asia Central ha eliminado por completo la palabra y persigue a todos aquellos que osen nombrar el tema. Algo que ha denunciado la asociación 'Reporteros sin Fronteras', que hablan también de persecución para todos aquellos que lleven mascarillas en la capital del estado, Asjabad.
Gurbanguly Berdymukhamedov es el presidente que rige Turkmenistán desde 2006 y que ha prohibido esta palabra en el estado. Sin embargo, sí que ha tomado medidas para evitar la propagación aislando aún más el país.
#Turkmenistan: authorities ban altogether the use of the word #coronavirus, by state-controlled media, but also by simple passersby in public spaces. @RSF_inter denounces a radical move that puts Turkmen citizens in danger. https://t.co/FYJPAEdMua
— RSF in English (@RSF_en) April 1, 2020
Ha prohibido los vuelos internacionales, ha cerrado las fronteras e incluso ha otorgado más permiso de vacaciones a los niños sin poder alegar que esto se debe al coronavirus. Un país que está rodeado de otros focos de la epidemia, ya que limita con Irán al sur y cuyas exportaciones dependen en gran medida de China.
Hace unas semanas sí se referían al coronavirus en Turkmenistán, aunque sólo para negar que existiese algún caso en el país. También anunciaron que habían vendido mascarillas a China por un valor de 200.000 dólares.
Reporteros sin Fronteras calificó a Turkmenistán como el peor país del mundo para la libertad de prensa en 2019, por delante de Corea del Norte o Arabia Saudí. Su presidente, Gurbanguly Berdymukhamedov, lleva el culto al líder de forma extrema con numerosos vídeos halagándole en la televisión estatal.