¡Las pilas, Betis, las pilas!
Hay que ponérselas, y cuanto antes. El Betis es un equipo recién ascendido, nunca hay que olvidarlo. Que tiene buena pinta, correcto; que juega bien al fútbol, efectivamente; que su propuesta es atractiva, así es; que tiene una plantilla joven y con ilusión, nadie lo duda; que puede incluso que tenga mejor plantel que algunos equipos de Primera, es muy probable. Pero lo cierto es que el Betis no deja de ser un recién ascendido.
De momento esta pretemporada no puede con sus iguales, o superiores. No pudo con el Olympique de Marsella, ni con el Girondins, ni con Osasuna ni tampoco con el Swansea. Solo son partidos de pretemporada, evidentemente, pero como pruebas que son deben servir para detectar y corregir errores.
El asunto de Emana ha demorado bastante la planificación deportiva del Betis, al menos más de lo debido, y el inicio de la Liga está ya a la vuelta de la esquina. No hay urgencias, pero sí necesidad, necesidad de redondear un equipo, desde dentro y desde fuera, que tiene su primer y duro examen el día 21 de agosto.
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