El Recre tiene un problema (o varios)
Por Sergio Aranda
Es obvio que tras recibir 13 goles en cinco partidos fuera de casa y 17 en total, el Recre tiene un problema. El asunto es especialmente preocupante lejos del Colombino, donde los de Sergi ya son el conjunto más goleado de la categoría con diferencia.
En contra de lo que muchos sostienen, no creo que la raíz resida tanto en la defensa como en la forma de defender. Siempre teniendo en cuenta que esa función, al igual que la de atacar, corresponde al equipo en su totalidad y no sólo a la línea más retrasada. El delantero debe ser, necesariamente, el primer defensa y los once jugadores han de moverse, actuar y replegarse en bloque.
Partiendo de esa premisa, coincido con Sergi en la importancia de dominar ese ‘otro fútbol’. Aspectos del juego que van desde hacer faltas tácticas para evitar un riesgo mayor, perder tiempo cuando sea necesario y retrasar el saque de una falta o un córner, hasta lanzar el balón fuera antes que perderlo o no complicarse la vida en zonas peligrosas. En definitiva, saber manejar esos otros factores del partido que a veces resultan decisivos. El técnico del Recre lo ha definido, más o menos, cuando habla de actuar como un equipo de Segunda y ser “un poco cabroncillos”. Picaresca pura y dura, mezclada con una dosis de oficio. Sería un primer paso fundamental para evitar los errores garrafales que tantos goles han costado en las últimas jornadas.
Pero no es lo único a mejorar en la forma de defender del Decano. Consecuencia o no del sistema, el Recre arriesga demasiado a la hora de atacar. Incorpora bastantes hombres y deja desprotegida la retaguardia, lo que puede resultar letal. Julio Peguero lo resumió bien en una entrevista reciente: "Cuando atacamos estamos muchos por delante del balón y a la hora de defender, hay muy pocos". Quizá Sergi deba replantearse esta cuestión numérica.
Luego está la falta de puntería del equipo fuera de casa. Una ocasión errada por un delantero puede convertirse en un gol recibido y más cuando se practica un estilo de juego tan atrevido. Conocida es la frase de que ‘la mejor defensa es un buen ataque’, pero existe el inconveniente de que, cuando el ataque falla, la defensa paga las consecuencias. Precisamente, el acierto realizador es lo que ha permitido hasta ahora sumar todos los puntos en el Colombino y no encajar demasiados goles, mientras que su ausencia a domicilio ha provocado justo lo contrario. Una mejora en el apartado defensivo implicaría, por tanto, otra paralela en el ofensivo.
Y el último de los ‘pecados’ de este Recre es, en mi opinión, de corte psicológico: No sabe jugar con el marcador en contra. Cuando recibe un gol, no sólo no reacciona sino que se hunde hasta salir goleado, o casi. De hecho, aún no ha sido capaz de remontar un resultado adverso. En casa no lo ha necesitado, pero lejos de Huelva nunca ha podido.
Sergi tiene, en definitiva, muchas cosas por arreglar y el paso de las jornadas juega en su contra.