La oposición sin posición
Hace unos días, ElDesmarque desvelaba un primer encuentro que pretendía ser el germen de una oposición de facto en el accionariado del Sevilla a la gestión de José María del Nido. Un germen de un grupo que quiere ser voz contraria al actual presidente y alternativa, se supone.
Tiene mucho que recorrer este grupo, que además lleva tiempo trabajando en tener, además de miembros, respaldo accionarial. De ahí que hayan tocado a Rafael Carrión, pese a su negación, y a otros accionistas del club nervionense.
El caso es que la aparición de grupos opositores a la gestión de José María del Nido es una novedad y hasta saludable; nadie se había prestado a toserle siquiera al que seguramente es el mejor presidente de la historia de la entidad, nadie se prueba ante Del Nido en las juntas, nadie se había atrevido siquiera.
Es novedad que aparezcan o que germinen corrientes opositoras, pero realmente los grupos contrarios o alternativos deben andarse con tiento en su camino, con tiento y seguridad.
Porque, en realidad, José María del Nido ya ha resistido los peores envites posibles en los últimos años y meses, ya ha tenido su propia oposición. Tras la época de los títulos, el actual presidente ha resistido la bajada de nivel del equipo, ha resistido el desencanto de los aficionados, ha resistido rudos mensajes que no han sentado bien a la hinchada, y de hecho ha resistido como presidente del Sevilla una condena de peso que le puede incluso inhabilitar como presidente de la entidad. Si me apuran, hasta resistió en su día una participación en uno de los fiascos de gestión más importantes de la historia del Sevilla, su descenso a Segunda B. Podemos decir que José María del Nido lo ha resistido todo al frente del club, hasta el punto de gozar de un crédito entre sus seguidores casi ilimitado, o al menos cuyo límite no se atisba por el momento.
A pesar de sus males, José María del Nido sigue gozando de predicamento entre los suyos, entre sus aficionados, que lo prefieren a cualquier otra posibilidad. A la gente no se les olvida los momentos de gloria fácilmente.
Es más, José María del Nido goza de crédito entre sus aficionados, pero también entre los accionistas. Aun con los envites recibidos, los más importantes del club lo respaldan, lo apoyan.
José María del Nido tiene el sillón en el Sevilla, tiene bastantes acciones, entre las suyas y las de su hijo, tiene al fin y al cabo el respaldo de la afición y el de Sevillistas de Nervión.
Por tener, tiene Del Nido hasta oposición, pero realmente el alcance de ésta se desconoce. Ahora mismo tiene semilla, pero no tiene sitio, apenas un grupo cada vez más escaso de radicales alimenta esa corriente opositora. Hay semilla, pero poca huerta donde crecer.
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