La Grada
La Platea de Juanma G. Anes
(Huelva Información)
Al fin será real la Grada de Animación y su aparición se materializará con un bonito nombre –lo de ’20 de diciembre’ es un acertadísimo homenaje que yo extiendo a todos los que nos dejaron- y con un loable fin: que quien por allí habite anime hasta que las cuerdas vocales aguanten. E incluso cuando éstas se rompan, también. Magnífico. Reivindicado desde hace lustros por los de siempre, nunca entendí la reticencia de algunos a su creación. Y es que aquí somos muy especialitos para ciertas cosas.
La afición futbolera onubense no grita como la del Olympiakos, vale, pero en esta ciudad también hierve la sangre como ya pudimos comprobar en baloncesto con la época dorada del Cajahuelva–MonteHuelva–CB Huelva, cuando el Andrés Estrada era, sin duda, una de las canchas más calientes y bullangueras del país. El recreativista suele tener la nada desdeñable virtud de la tranquilidad y la paciencia infinita, pero eso de levantarnos y animar nos cuesta un poquito más salvo en contadas excepciones (citas vitales o cuando nos pican los de siempre, ya me entienden).
Es común cierto desprecio local por los propios seguidores albiazules y el poner de ejemplo a imitar, como ‘modus vivendi’, a grandes y buenas aficiones cercanas. Cada uno envidia lo que quiere. Yo lo que siempre envidié fue cómo respetaron ciertos clubes vecinos a los que son suyos, a los que pagan, a los que nunca abandonaron, mientras que a los de aquí a veces nos trataron a patadas en vez de cuidarnos y facilitarnos las cosas. El caso es que si en nuestra nueva grada no aparece ni un mísero atisbo de violencia (no lo ha habido en muchísimos años) ni de grito o emblema fuera de lugar, que nadie dude que será el mejor fichaje no sólo para este curso, sino para muchos años, porque con ella también se ganan partidos. Un grandísimo paso al Frente.