Respeto
No se trata de pedir condescendencia, ni favores, ni siquiera se trata de solicitar que el Betis y el Sevilla, el Sevilla y el Betis, ponderen sobre otros equipos; si me apuran, ni siquiera se trata del Betis y del Sevilla.
Se trata, en realidad, de pedir, exigir una competición sana, coherente, equilibrada, justa. La Liga de Fútbol Profesional se ha convertido en un órgano que no vela por todos los clubes, por los que son sus miembros. Más bien se ha convertido en un órgano encargado de velar por mantener el actual 'status quo', es decir, intentar mantener la absoluta superioridad y relevancia del Real Madrid y el Barcelona sobre el resto de la competición.
Pero hay más. La LFP ya cometía tropelías competitivas y organizativas, de hecho es un asiduo y habitual, como lo ha sido el estamento arbitral y como lo han sido los comités de la Federación Española. Ahora, además, se encarga de tomar decisiones sin ninguna lógica y eligiendo criterios absolutamente agravantes, según se levante Tebas.
Cambia el presidente de la LFP el horario del Betis para dar un homenaje a la afición del Villarreal. Está bien que la generalidad de una afición critique actos delictivos incluso, o cualquier acción violenta o agresiva en un campo de fútbol. Pero entonces ¿dónde están los homenajes a la afición del Sevilla y la del Betis? ¿Por qué no se rescatan esos valores en dos aficiones con tanta tradición y que actuaron de buena fe en tantas y tantas ocasiones, en las que pagaron justos por pecadores? ¿Y por qué no tantos homenajes a aficiones cuya mayoría opera con sentido común a pesar de algunos violentos que manchen su nombre? ¿Por qué Tebas se pliega además a razones 'políticas'? ¿O es que no puede ser homenajeada la afición del Villarreal a las 21.00 horas, con las cámaras de Canal Plus en directo por ejemplo?
Varias preguntas... con respuestas. Todas en una. Hace Tebas todo eso porque prefiere siempre favorecer intereses concretos que generales, porque prefiere siempre llenarse el gaznate antes de dar de comer. Lo hace día a día con una competición estructurada para los dos grandes, lo hace día a día formando una organización que vele por el actual modelo y resistiéndose a cualquier cambio, y lo hace día a día operando sin mirar a los perjudicados.
Realmente, en lo que le quede de mandato como presidente de la LFP, de Tebas cabe esperar poco. Cabe esperar poco trato igualitario y sobre todo cabrá esperar ultrajes, ofensas y perjuicios a los equipos no gigantes, los sevillanos entre ellos. Por eso por ahora lo único que puede dar esperanza a los que esperamos una mejor y más justa competición es la postura de los clubes. De entrada, no está mal que equipos como el Valencia y el Betis, por el cambio de horario, o el Sevilla, contra el reparto televisivo anterior, se rebelen. Eso sí, esa rebeldía debe ser constante y oradar poco a poco esa estructura putrefacta que rige nuestro fútbol a día de hoy.
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