Simeone es un fracasado
La Platea de Juanma G. Anes
(Huelva Información)
Aunque pueda ganar esta Liga y la Champions, pese a haberle birlado la Copa al Madrid el pasado curso, aunque ya tenga una Europa League y una Supercopa continental en el bolsillo y aunque su reinado pueda durar cinco años seguidos sin que nadie le tosa, es evidente que el ‘Cholo’ es un fracasado. Sólo a él se le ocurre hacer jugar a su equipo adaptando el modelo a los jugadores que tiene y no acomodar el estilo a los mundos de Yupi, con lo bonito que son el arcoíris, los pajaritos cantando, la poesía y Platón. Sólo a él se le ocurre aplaudir a sus defensas cuando estos no se complican la vida y son expeditivos; sólo a él se le ocurre la mísera idea de presionar a muerte al rival ya sea éste el Milán o el Albacete, en los cuartos de la Copa de Europa o en el Trofeo Naranja. Incluso pone a dos delanteros juntos y, a veces, hasta en su sitio natural. Es un impresentable. Está perdido, desquiciado. Simeone es un completo ignorante.
Por todo ello está bastante claro por qué sus jugadores le desprecian, por qué no tiene a ningún medio rendido a sus pies y, por supuesto, por qué su afición no lo traga. Porque los atléticos le odian, claro, como para no hacerlo. Eso de inyectarle sangre en los ojos a los que defienden ese escudo para que vayan al límite a morder el cogote del rival sin complejo, desde el calentamiento, es como bajar una categoría, es tener poca clase. Normal lo de esa inquina de los rojiblancos hacia su entrenador: que Courtois genere una ocasión de gol con un simple balonazo, con sólo sacar de puerta, no lo soporta nadie, es el antifútbol personificado. Sí, bueno… el Atlético va líder en España superando a dos monstruos, tiene una pinta de dar un puñetazo brutal en Europa y le ha dado la vuelta a ese club y a sus miedos como un calcetín… pero su portero y sus defensas dan balonazos cuando les presionan en lugar de jugarla cortita y al pie. Y cuando superan una línea de presión del contrario miran a la portería rival en lugar de dar otro pasecito hacia atrás y jugar otro rondito hasta perderla o regalarla. Inconcebible. Es otro Caparrós, es otra pena del balompié mundial.
Amigos colchoneros, os compadezco. Que os sea leve con el ‘Cholo’. Por vuestro bien, que no os dure mucho este suplicio.