El partido del siglo en Nervión: El Sevilla de Juande vs el Sevilla de Emery

Juguemos. Saltan al campo dos grandes equipos, dos equipos magníficos. Con grandes jugadores, unos ya consolidados y en la cumbre de su carrera, otros a punto de hacerlo, con posibilidades de ascender muchos escalones. Los dos equipos son, en la amplia extensión de la palabra, EQUIPOS, pero uno parece con ventaja en las individualidades. Uno sale al campo de blanco impoluto de calzonas hacia arriba, medias negras, medias de títulos. Otro salta al campo de rojo, pero también con membrete de campeón.
Por una parte empiezan a saltar al terreno de juego del debate Palop; Daniel Alves, Javi Navarro, Escudé, Dragutinovic; Jesús Navas, Poulsen, Renato, Adriano; Luis Fabiano y Kanouté. Esperan su oportunidad en el banquillo Cobeño; Aitor Ocio, Puerta, Martí, Maresca, Kerzhakov y Chevantón. Los dirige magistralmente desde el banquillo Juande Ramos, míster títulos en el Sevilla.
Por otra parte saltan a este verde etéreo Beto; Coke, Pareja, Carriço, Tremoulinas; Krychowiak, M'Bia; Reyes, Banega, Vitolo; Carlos Bacca. Esperan en el banquillo reclamando minutos Sergio Rico; Diogo, Arribas, Navarro, Iborra, Denis, Gameiro, Aspas, Deulofeu... Los dirige Unai Emery, poco querido al principio, ovacionado ahora en el Sánchez Pizjuán.
-M. 0. Empieza el partido desde el banquillo. Juande Ramos plantea mejor la dialéctica. Sus cinco títulos son incontestables, el juego de aquel equipo, las finales ganadas, unas tras otras, la forma de mirar de tú a tú a los grandes, los cinco goles en el Bernabéu... Están en la memoria colectiva del sevillismo. El dominio es claro por parte del Sevilla de Juande Ramos y de Juande mismo. Sus argumentos son rotundamente históricos, empieza marcando doble. Avalancha y partido 2-0.
-M. 15. Poco puede hacer Unai Emery en este partido dialéctico en cuanto a copas, pero sí en cuanto a trabajo. Su copa de la Liga Europa sirve de argumento, pero sobre todo la prestigiosa labor de formar equipo tras equipo, de haber labrado él la escuadra. Juande la heredó de Caparrós. Unai heredó un equipo resquebrajado, que le duró un año porque se deshizo al siguiente y tuvo que volver a ser construido. Pero ahí está el vasco, montándolo de nuevo para hacer la mejor primera vuelta de la historia del Sevilla. El equipo de Unai Emery acorta distancias de forma merecida. Partido 2-1.
-M. 30. Las maravillas se suceden en el campo por parte del equipo 06/07. La coge Kanouté y cambia el partido, aparece Luis Fabiano y las pone donde quiere. Por no hablar del rubio Pulsen en el centro del campo, la explosividad única de Daniel Alves o la constancia de Navas. La defensa de 14/15 es férrea, se muestra firme, pero sucumbe al gigante de ébano, como tantos en la liga española y tantos en Europa. Aumenta el marcador. 3-1.
-M. 45. Pero este Sevilla 14/15 está sin estar, parece que no está metido en el partido, pero siempre responde. Físicamente potente, con Carlos Bacca entonado, es capaz de mucho, y además encuentra puñales como Reyes y Deulofeu. Y acciones vertiginosas en las que el colombiano no falla. El Sevilla actual siempre está en los partidos, salvo casos muy concretos. Bacca fue capaz de superar registros de Luis Fabiano y Kanouté en su primera temporada, ahí es nada. Y lo logra, y marca. Al descanso hay partido, hay debate: 3-2.
-M. 60. El partido está entretenido, el ritmo es alto. El 06/07 tiene piernas, tiene calidad, pero el 14/15 es físico, es peleón, el centro del campo es poderoso y la pugna está entretenida. Se empieza a mover el banquillo y salen Puerta, Martí y Kerzhakov por el equipo de Juande. Por el 14/15 de Emery saltan Iborra, Gameiro y Banega. Las variantes tácticas de Juande dan resultados y con Renato a los mandos y Poulsen y Martí mordiendo la presión suerte efecto. Como tantas y tantas veces, un robo en la medular circula rápido a la derecha, Navas encuentra pasillo y Luis Fabiano encuentra remate. El brasileño no falla. Toma distancia. 4-2.
-M. 75. El partido avanza, agota sus minutos. Una pena en partido y debate tan histórico cuyo resultado siempre tendrá algo de injusto. Pero el equipo de Emery no se rinde. Jugadores que no aparecían, jugadores que en principio no aportaban, se suman ahora al carro, y piden minutos. Es el caso de Iborra, que lesionado o por competencia había sido relegado. Resulta que de buenas a primeras se erige protagonista y en otro cabezazo, llegando desde segunda línea, acierta a marcar un tanto que da esperanzas, un tanto que de nuevo deja el partido abierto. No obstante no cae tan fácil un conjunto que suma más puntos que ningún otro en 19 partidos, que gana 12 encuentros de 18. El debate sigue abierto, el 4-3 deleita a los sevillistas que asisten al duelo de tal envergadura.
-M. 90. El partido está al rojo vivo, blanco y rojo, cabría decir. El Sevilla de Juande no le pierde la cara al partido, sigue atacando, está en su ADN, sigue buscando el tanto. Pero el de Emery sigue vivo, muy vivo. Y tiene sus armas. Gameiro está rápido, Bacca listo, y Beto, a pesar de los sustos, ya detuvo un penalti, como lo detuvo Palop, en ese cara a cara de penas máximas por finales europeas. Ambos se felicitaron pero el partido alcanza el descuento igualado y con la entrada de Sergio Rico por un lesionado portugués. Los títulos pesan mucho, la magia de esos dos años, 2006 y 2007, parece inigualable, pero 2014 y 2015 están haciendo que el sevillista reviva sensaciones, que las disfrute y las identifique. Todo se plasma en una falta al borde del área. ¿Directa? No, Emery tira de estrategia, la domina como nadie, para buscar la prórroga, para mantener el debate abierto. Pase a Gameiro, a la espalda de Daniel, combinación con Bacca y pase al área. Allí aparece M'Bia, en su descuento, imponente salto y...