La Leyenda del Capitán Veneno
Fui a decirle adiós. Desde que me dieron la noticia de su muerte me sentí tan vacío como cuando me dejaron Jesús de la Rosa y Camarón. Su muerte me arranca un trozo del alma y deja enferma una parte de mis emociones. Ahora sólo me quedan versos irrepetibles, sin segunda parte, inacabados. Y me agarraré a ellos. Como todo Cádiz. Y seguiré maldiciendo su muerte temprana cada vez que cante una de sus coplas. Y recordaré por siempre esa plaza Fragela sonando a silencio, tragándose las lágrimas, hasta que sus grupos rompieron a decirle adiós cantando. Como se hace todo en Cádiz. Con música. Y la gente rompió en aplausos. Y la ovación se sostuvo larga en el tiempo como nunca se la dieron en vida. Porque acababa de sonar su última cuarteta. Porque esto no nos había pasado nunca. Y Faly Pastrana le gritó ¡inmortal! Y me contaron que se fue el mismo día que 10 años antes se había marchado su admirado Mario Benedetti. Qué fatal casualidad. Y que en el escenario del teatro estaban preparando el montaje de “5 horas con Mario”, la obra de Miguel Delibes en la que Lola Herrera suelta el más imponente soliloquio del teatro español de todos los tiempos. Maldita broma del destino. Qué sabe nadie. Lo había peleado hasta el final sin suerte. Se va traicionado por esa vida que tanto quería, apuñalado por una enfermedad innombrable.
Juan Carlos Aragón Becerra era un beduino típico, gaditano del extrarradio del Cádiz-Cádiz, nacido hace 51 años y aficionado al carnaval por generación espontánea. No había antecedentes carnavaleros en su familia. Su irrupción en la fiesta ocurrió a los 15 años. Llegó al Falla con “Contrabandistas”, una comparsa juvenil que debutó justo el mismo día que la mítica "Agua Clara". Los años siguientes pasaron con más pena que gloria, decidió abandonar el carnaval y aprovechó para hacer algo productivo como licenciarse en Filosofía por la Universidad de Sevilla. Finalmente volvió para quedarse y empezó a construir su leyenda como autor de referencia en los primeros años 90.
Como buen Géminis, se pueden reconocer dos Juan Carlos en su trayectoria carnavalesca. En 2009, después de tres primeros premios, uno en chirigotas y dos en comparsas, Juan Carlos Aragón mutó en Capitán Veneno. En un año sabático en la enseñanza y pésimo para la comparsa (“Los comparsistas se la dan de artistas”) decidió darle un giro radical a su vida. Apostó por un cambio personal, un renacimiento, y abandonó todo tipo de adicciones. Con la crisis de los 40 se convirtió en una nueva persona de hábitos saludables y deportivos. Y siguió adelante sin avergonzarse de nada ni ocultarse de nadie, pero ya sin querer arreglar el mundo, al menos todo el mundo. De la revolución como sueño de su generación pasó a una revolución personal en la que incluyó seis "profesiones" que se añadían a la suya de profesor: ensayista, poeta, cantautor... ciclista, nadador y mediofondista. Estas "profesiones" se relacionaban con el Carnaval, que también consideraba una profesión en la que se sentía con el privilegio de haber hecho siempre las cosas a su manera y de tener una "chusma selecta" de la que estaba muy orgulloso. Este concepto de “chusma selecta” no era peyorativo. Él mismo se sentía parte de la chusma, la masa crítica que permite que se mantenga un fenómeno como el carnaval de Cádiz.
El Capitán Veneno necesitaba tanto al Carnaval de Cádiz como el Carnaval de Cádiz necesitaba a Juan Carlos Aragón. Se odiaban y se querían a un tiempo. No podían vivir el uno sin el otro. Y se van a echar de menos hasta el infinito. Durante generaciones. Porque lo que deja es un testamento único, insustituible. Se trata del legado de un rebelde con causas, un espíritu indomable, un provocador, un polemista. Porque, por encima de todo, era un inconformista, alguien que quería zarandear el mundo para que no se parase nunca, que necesitaba imperiosamente llamar la atención, reconocer su enfermedad por Cádiz, su adicción a la vida, su narcisismo y compromiso ideológico. Por eso se hizo un guerrero del verso y la poesía que disparaba dialécticamente y no dejaba títere con cabeza. Imprescindible en el carnaval de estos tiempos por su aportación literaria y las cuotas de morbo y escándalo que era capaz de generar. Juan Carlos no pasaba desapercibido, no te dejaba indiferente y Cádiz le dio un vehículo que era el carnaval, que era la música y que era su tiempo.
Las distintas personalidades del Capitán Veneno nos han enseñado a un hombre del renacimiento, un Leonardo Da Vinci insaciable en búsqueda de inventos y coplas nuevas. También a una especie de Robespierre gaditano, siempre dispuesto a cortar cabezas, a hacer justicia tras la máscara. Para los viejos del lugar, su caso es como aquel increíble de Benjamin Button que nació viejo y terminó niño. Juan Carlos llegó con una madurez y un descaro desconocidos en alguien de su edad. Con el paso de los años, centró el discurso y lo dulcificaba o lo amargaba a conveniencia. Una de sus grandes teorías es que el carnaval de Cádiz es de derechas. Un carnaval que no se mete con el poder establecido, sea del partido que sea, no es de izquierdas y si hay una fiesta de izquierdas esa es el carnaval, que todas las demás fiestas son de derechas y si no también las habría prohibido el régimen franquista. Para Juan Carlos, carnaval se escribía con la “K” de su “Kadi City, ciudad sin ley”, terrible cajonazo de 1997, y el carnaval si no es fiel a sus esencias, agresivo, corrosivo y valiente, no es carnaval.
Y se ha muerto. Por la cara. Cuando menos tenía que morirse. Cuando más le necesitábamos. Nos deja un testamento que es un psiocoanálisis sobre Cádiz, los gaditanos y su fiesta, un mundo dentro del mundo. Que nos habla de la condición humana, la locura, la amistad, la fuerza de la mujer y la miseria del hombre, del valor y del miedo, del victimismo y de la entrega, de perros viejos y cachorros, de narcisos y ególatras, de cultura y de lo contrario, de formación y de deformación, de la envidia, el fanatismo, la política y los medios de comunicación.
Nos deja tirados. Con un "trending topic" sin música. Con la mayor colección de versos insustituibles de la historia del carnaval gaditano. Con un legado que trasciende el carnaval y alcanza la predilección de los mejores artistas y escritores de este país. Convertido en leyenda, el nuevo mito de la fiesta. No habrá carnavales en que no se le recuerde. Hasta el infinito, Capitán. Y gracias por tanto veneno.
MANOLO CASAL
Muy buenos adjetivos para describir a un autor y persona insustituible... Un saludo Manolo de un choquero exiliado de su Andalucía, pero que profesa un fervor por Cádiz y su carnaval digno de un hijo que no nació en caí, un admirador fiel!, Hemos quedado huérfanos de palabra, obra y pensamientos...
Que sabias palabras, y acertadas. Sobre todo llenas de un gran cariño, que se nota le profesas. Es tan grande el Capitán Veneno, Manolo. Tan grande.. Un abrazo para tí, por este bello texto, de tu amiga la Catalana, novia de Manolín. Silvia
Precioso articulo manolo, no se puede escribir más de corazón y con la razón como sustrato del mismo. Nuestras emociones estarán enfermas de por vida.
Verdaderamente estoy de acuerdo en el sentido de que el carnavak es de izquierdas, es necesario que las letras sean sutiles en denunciar situaciones que se viven en la calle y son injustas, ultimamente en el carnaval se nota esa auaencia y ya no es lo que era lamentablemente.
Se nos ha ido el capitan pero nos a dejado su barco que seguira navegando porque sigue a bordo.un abrazo para todos carnavaleros y seres queridos.Unos maños carnavaleros.Manuel y Mariasun.
Sublime, una delicia leerte. Mi enhorabuena por tantísimo gusto al escribir.
Hasta cada febrero mi Capitán
Será alguien al que la historia recordara y mitificara porque poetas carnavalescos como el ninguno El hizo la chirigota comparsa y la comparsa chirigota como nadie Ni el mismísimo Paco Alba dijo las verdades como el
Precioso artículo, descrito a la perfección, D.E.P. Capitán, te echaremos mucho de menos.
Desde el norte del norte, desde la ciudad hermana de La Coruña, profunda pena por la marcha del capitán veneno, maravillosa despedida la suya D. Manuel, sólo desde el corazón se puede describir el dolor de forma tan bella. Se fue un 17 de mayo, el mismo día que su adorado y mi adorado Benedetti,el mismo dia que en Galicia, tierra de grandes escritores y poetas celebramos el Día de Las Letras Gallegas. Te extrañaremos mucho maestro, como decías en la presentación de Los Millonarios :"Nada será igual en ausencia de ti". Pero tu canto será inmortal y no sólo del pueblo gaditano.
Gracias por tanto y tan bueno Gracias por ser tú y darnos tantas alegrías desdé que te fuiste la tierra llora pero el cielo disfruta ya de tus poemas y versos Gracias por siempre descance en Paz CAPITAN
Siempre en sus caídos un recuerdo, siempre era el quien hacía que la sangre en la distancia a la tierra recobrara vida en cualquier fecha y día del año, Juan Carlos quien con sus ángeles caídos para mi en el recuerdo porque cada día canto esas letras en la distancia a la tierra amada, siempre será Juan Carlos Aragon el mejor autor maestro y persona que de una ijunsticia la hacía justicia, gracias manolo por recalcar con tus letras el veneno que inyectaba cada día cada carnaval, Hasta pronto capitán porque todos tomaremos el veneno de la vida para un día poder volverte a ver escribir con aquel que es gaditano porque su madre lleva nombre de barrio . Un abrazo en la distancia.
Yo recuerdo esa comparsa de contrabsndistasu. ..había gente del cerro del moro y de la barriada de la paz.Yo vi ensayos en el sótano de las esclavas en la avenida.
Gracias Manolo Casal Se fue sin ruido, sin despedirse y nos ha dejado a todos con el corazón partió, pero su veneno, maravilloso y único, se ha quedado en nuestras venas por toda la eternidad. Los inmortales nunca desaparecen. Bendito seas por siempre, Capitán
Es una suerte haber disfrutado de la obra de Juan Carlos todos estos años. Y también podemos sentirnos afortunados por tener a gente como Manolo Casal, Modesto, Manzorro... promocionando nuestra Cultura Carnavalesca con tantísimo cariño y calidad. Gracias a todos...
No se puede haber descrito mejor de lo que tú lo has hecho manolo.
Muy buen escrito y descrito. Enhorabuena. Me uno a lo tuyo en la pena por el que fue de los mayores carnavaleros que ha tenido Cádiz siempre.
Esto se escribe con el alma y desde el alma,a todos los amantes del carnaval nos ha dejado roto un trozo de nuestro corazón como si alguien de lo nuestro se hubiese ido nos ha dejado vacío sin conocerlo era cada año parte de nuestras vidas,de esperanzada año su formar de decir y representar su comparsa,de esperar para decir las cosas como son con su ironia,con sus verdades con su poesía.Cuanto te vamos a extrañar Juan Carlos..Gracias Manolo Casal por estas palabras de despedida y que A igual que aquí prepares algo grande para su memoria quede siempre en los GRANDES DE CADIZ.una sevillana.
Espectacular relato y despedida , alla al Sur del Sur ,por San Felipe y Santiago de Montevideo, tambien se te llora y agradece haber pasado por esta vida ,y si te fuiste un dia donde hace diez años se nos fue Don Mario Benedetti , dicen los poetas que no mueren,asi que buen viaje Capitan ❤🌷
Que bonito reportaje Manolo yo he llorado muchísimo y mi hija de 11 años m decía mamá si no es familia tuya por qué lloras y le dije porque siempre me quedaba esperando las letras del próximo año, era uno de los mejores de los más esperados cada año, el carnaval avanzará pero sin él ya no será lo mismo echaré de menos sus letras, su música, sus puestas en escena, su comparsa, mi más sentido pésame a su familia y descansa en paz aunque cueste decirlo te fuiste muy pronto gaditano
Que bien dicho Manolo. Todos los aficionados estamos en chok. Un abrazo.
Magnífico epílogo el suyo D.Manuel.He intentado,rumiado,hacer un análisis, un resumen objetivo de este genio.Una y otra vez.Pero al leer el suyo,he dejado den intentarlo,porque Vd.ha clavado todo lo que yo quería decircuito. Gracias por ello.Destacó su frase:me he sentido vació. Vacío y mutilado de carnaval.así me siento
Hasta siempre Capitan