El Real Zaragoza pierde la inocencia
Explicaba Radosav Petrovic que al Real Zaragoza se le había escapado la victoria en Montilivi de las manos. El jugador serbio lo achacaba a la falta de madurez mostrada por el equipo. Un conjunto que, sin embargo, ha envejecido notablemente en la presente temporada.
Durante las últimas campañas y gracias, en buena medida, al ascenso de jugadores del filial, el Real Zaragoza había sido una de las plantillas más jóvenes de LaLiga SmartBank. De media, el conjunto blanquillo tuvo 24,9 años en la campaña 2018/19, 24,3 en la 2019/20 ó 23,8 durante el curso pasado.
En las dos primeras de las temporadas citadas se llegó incluso a ocupar una de las primeras plazas a nivel de juventud en el once, rondando lo 25 años de edad media. Con Víctor Fernández en el banquillo, se le ganó al Extremadura (0-3) en la 2018/19 con una alineación de 25,2 años de edad media y nombres como Marc Gual (23 años), Pep Biel (22), Raúl Guti (22), James Igbekeme (23), Carlos Nieto (23) o Verdasca (22). Cifra que incluso se redujo un año más tarde en varios partidos, en los que se redujo hasta los 24,7, con Luis Suárez (22), Soro (20), Puado (21), Guti (22) o Clemente (20), entre otros.
Una dinámica que, en esta temporada, parece haberse dado la vuelta. Aunque es cierto que uno de los onces de JIM aparece entre los más jóvenes –el que presentó en Valladolid, con 25,7 años de edad media–, también lo es que varios aparecen entre los más veteranos. Concretamente el que ganó en Alcorcón alcanzaba, nada menos, que 29,6 años de edad, con jugadores como Cristian (35 años), Jair (32), Fran Gámez (30), Petrovic (32), Eguaras (29), Zapater (36) o Álvaro Giménez (30).
Este es un Real Zaragoza más viejo pero, sin embargo, sigue sufriendo de los mismos males que temporadas atrás. Incapaz de cerrar los partidos cuando se le presenta la oportunidad. Eso sí, ya no será una cuestión de inocencia, ni de falta de madurez individual, sino un mal colectivo que está llevando al equipo aragonés a una racha que será difícil de igualar.
